Este próximo 21 de mayo, en ocasión de conmemorar la desaparición física del poeta del pueblo venezolano, del cantor de las inquietudes sociales: Andrés Eloy Blanco (06-08-1896 / 21-05-1955), quiero compartir, a través de este escrito, uno de sus célebres poemas “Píntame angelitos negros”, perteneciente a una selección de poemas y escritos que reflejaron lo típico del folklore venezolano, entre los años 1928 y 1954, y que fueron editados, en forma conjunta, con el título de La Juanbimbada, en 1959.
De acuerdo con algunos historiadores, el poeta Andrés Eloy, motivado por sus observaciones realizadas a diversas pinturas de corte religioso exhibidas en las iglesias, escribe el poema, al percatarse de que no existe diversidad de clases sociales en las representaciones humanas de esos cuadros. Aunado al hecho histórico de que su amigo y colega político, docente y escritor de amplia trayectoria en Venezuela, el Dr. Luis Beltrán Prieto Figueroa, le fue negada la posibilidad de entrada al Hotel Tropicana, famoso en los años 50 y ubicado en La Habana, Cuba, debido a su piel de color oscura; o al incidente donde el famoso cantante Nat King Cole, tampoco le permitieron entrar al Hotel Tamanaco en Caracas, el cual estaba administrativamente en manos estadounidenses.
Otra situación que llevaría al poeta a plasmar su sátira, vendría a ser el suceso fatídico de la muerte de un niño de piel negra, cuya madre se encuentra esperanzada en un bienestar posterior de su hijo difunto, el cual subiría a los cielos como un angelito, lo que simboliza solamente el anhelo ilusorio de una mujer creyente. Todo este conjunto de eventos tocaría la sensibilidad humana del poeta Andrés Eloy Blanco, llevándolo a crear su composición literaria, una especie de clamor vehemente hacia la no discriminación racial, pidiéndole al artista que pinte al pueblo, a los negros, que pinte la realidad social que se nos muestra cada día.
Seguidamente, comparto este hermosísimo poema:
Píntame Angelitos Negros de Andrés Eloy Blanco
¡Ah mundo! La negra Juana,
¡la mano que le pasó!
Se le murió su negrito,
sí, señor.
- ¡Ay compadrito del alma,
tan sano que estaba el negro!
Yo no le acataba el pliegue,
yo no le miraba el hueso;
como yo me enflaquecía,
lo medía con mi cuerpo,
se me iba poniendo flaco,
como yo me iba poniendo.
Se me murió mi negrito;
Dios lo tendría dispuesto;
ya lo tendrá colocao
como angelito del cielo.
Desengáñese, comadre,
que no hay angelitos negros.
Pintor de santos de alcoba,
pintor sin tierra en el pecho,
que cuando pintas tus santos
no te acuerdas de tu pueblo;
que cuando pintas tus vírgenes
pintas angelitos bellos,
pero nunca te acordaste
de pintar un ángel negro.
Pintor nacido en mi tierra,
con el pincel extranjero;
pintor que sigues el rumbo
de tantos pintores viejos,
aunque la Virgen sea blanca,
píntame angelitos negros.
¿No hay un pintor que pintara
angelitos de mi pueblo?
Yo quiero angelitos blancos
con angelitos morenos.
Ángel de buena familia
no basta para mi cielo.
Si queda un pintor de santos,
si queda un pintor de cielos,
que haga el cielo de mi tierra
con los tonos de mi pueblo,
con su ángel de perla fina,
con su ángel de medio pelo,
con sus ángeles catires,
con sus angelitos blancos,
con sus ángeles morenos,
con sus angelitos indios,
con sus angelitos negros,
que vayan comiendo mango
por las barriadas del cielo.
Si al cielo voy algún día,
tengo que hallarte en el cielo,
angelitico del diablo,
serafín cucurusero.
Si sabes pintar tu tierra,
así has de pintar tu cielo,
con su sol que tuesta blancos,
con su sol que suda negros,
porque para eso lo tienes
calientito y de los buenos.
Aunque la Virgen sea blanca,
píntame angelitos negros.
No hay una iglesia de rumbo,
no hay una iglesia de pueblo,
donde hayan dejado entrar
al cuadro angelitos negros.
y entonces, ¿a dónde van
angelitos de mi pueblo,
zamuritos de Guaribe,
torditos de Barlovento?
Pintor que pintas tu tierra,
si quieres pintar tu cielo,
cuando pintas angelitos
acuérdate de tu pueblo,
y al lado del ángel rubio,
y junto al ángel trigueño,
aunque la Virgen sea blanca,
píntame angelitos negros.