La palabra castellano proviene de Castilla una región ubicada en España. También se denomina castellano a una lengua romance derivada del latín vulgar (castellum o castellanus), que quiere decir “castillo o fuerte”. Como consecuencia de la invasión que hizo el Imperio Romano a la Península Ibérica en el año 197 a.C., el latín vulgar se difundió en todo ese territorio. No obstante, al integrase el castellano como nueva lengua desplazó al latín y se propagó por toda España desde finales del siglo III a.C., imponiéndose a las lenguas ibéricas. Es importante mencionar que el castellano surgió en el norte de España, entre la Cordillera Cantábrica y la Rioja; cuando Castilla se unificó como reino y se extendió hacia al Sur.
Al respecto, cuentan los historiadores que había una pequeña comarca del norte de la península Ibérica, un estrecho cajón que denominaron “el desierto del Duero”, donde se habían librado cruentas batallas, que con los años, en el siglo X, se fue llenando de fortificaciones, de recios y numerosos castillos de piedra, que motivó el nombre de la región: Castilla. Para el siglo XV, el castellano ya era la lengua de toda la Península. A finales de este siglo y en el siguiente, cuando llega a América, se convierte en lengua común de un gran territorio, que estaba fragmentado en 123 familias de lenguas, de las cuales se nutre y se fortifica. De ese mismo siglo existen también razones por las que a este idioma, en el continente americano, se le conoce como castellano. Una de estas razones consiste en que “los primeros conquistadores y colonizadores hablaban de Castilla y del Rey de Castilla, más que de España, según se ve en las crónicas de Indias”, y, por consiguiente, al idioma debieron llamarlo castellano.
En el Diccionario Prehispánico de dudas (RAE, 2005), se lee esta aclaratoria: para designar la lengua común de España y de muchas naciones de América, y que también se habla como propia en otras partes del mundo, son válidos los términos castellano y español. Para la Real Academia Española, el término español resulta más recomendable por carecer de ambigüedad, ya que se refiere de modo unívoco a la lengua que hablan hoy cerca de cuatrocientos millones de persona; además de ser la denominación que se utiliza a nivel internacional (Spanish, espagnol, Spanisch, spagnolo, etc.). Para ellos, es sinónimo de español; sin embargo, les resulta preferible reservar el término castellano para referirse al dialecto románico nacido en el Reino de Castilla durante la Edad Media, o al dialecto del español que se habla actualmente en esta región. En España, se usa asimismo el nombre castellano cuando se alude a la lengua común del Estado en relación con las otras lenguas cooficiales en sus respectivos territorios autónomos, como el catalán, el gallego o el vasco.
Desde el punto de vista histórico, puede obtenerse una panorámica despejada con respecto a la denominación del idioma en nuestro país. En agosto de 1498, los españoles fueron los primeros en llegar al territorio venezolano (no fueron los ingleses, ni los franceses, ni los portugueses), con el propósito de colonizar esas tierras y tributarlo al Reino de Castilla; tan pronto alcanzaron su objetivo, impusieron también a los nativos su lengua, que era la castellana.
En cuanto a la política oficial del país, es interesante sondear lo relativo al idioma en el recorrido histórico-legal, puesto que el Código Civil sancionado por el Congreso de los Estados Unidos de Venezuela, en el año 1867, en su Art. 17, establecía que el idioma legal era el español. Pero, en el siglo siguiente, después de 1916, el Código Civil del Congreso de los Estados Unidos de Venezuela, en su Art. 13, instituye como idioma legal al castellano. La redacción y numeración se mantiene inalterable hasta la fecha (Código Civil de Venezuela del año 1942, reformado en 1982).
Ahora bien, en el texto constitucional del año 1961, en su Art. 6, también puede leerse que el idioma oficial es el castellano. Y en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, de 1999, en el Art. 9, se mantiene como idioma oficial al castellano; añadiendo el uso de los idiomas indígenas como oficial para los pueblos indígenas, quienes deben ser respetados en todo el territorio patrio, por formar parte del patrimonio cultural de la Nación y de la humanidad.
Como puede observarse, el castellano es, sin lugar a dudas, el idioma oficial en Venezuela. Aunado al aspecto de oficialidad, también puede referirse que entre los libros más editados, traducidos y conocidos del mundo, después de la Biblia, está la obra cumbre de Miguel de Cervantes: el ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha, escrita en castellano. Un idioma amplio, que permite un sinnúmero de combinaciones, para expresar las creencias, ideas y sentimientos más diversos de quienes lo practican. Todo esto recuerda la importancia del fomento de habilidades que permitan el dominio, corrección y buen uso de nuestro idioma castellano, tanto en la expresión escrita como hablada.