martes, 23 de marzo de 2021

Formación docente en competencias digitales

El desarrollo y avance vertiginoso de la tecnología, nos sitúa ante un paradigma de enseñanza que da lugar a nuevas metodologías y demanda una dinámica diferente por parte de los docentes, quienes debemos estar acorde con los retos que plantea el educar a la sociedad del siglo XXI y reorientar la labor educativa ante los desafíos de la actualidad.  Hoy no basta con transmitir conocimientos a modo de cátedra; educar exige que, como profesores, desarrollemos múltiples competencias junto con la capacidad para diseñar experiencias de aprendizajes significativas, en las que nuestros estudiantes sean el punto central de los procesos de enseñanza y de aprendizaje, utilizar críticamente las TIC y organizar la propia formación a lo largo de toda nuestra praxis. 
Esta perspectiva acerca del uso de las tecnologías de la información y comunicación posee una fuerte repercusión tanto en la manera de entender la educación, así como en la formación de los profesionales docentes, debido a las nuevas aplicaciones y diversas funciones que poseen, por lo que muchos educadores coinciden en que las reformas educativas y la implementación de recursos tecnológicos tendrán éxito y podrán llegar a las aulas, si existe una adecuada formación en la materia y se cuenta con docentes comprometidos para este fin.
Al respecto, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) publicó en enero de 2008, los Estándares de Competencia en TIC para Docentes, en un documento que contiene las directrices de la UNESCO para que los docentes utilicen las tecnologías de la comunicación y la información (TIC) con miras a mejorar la educación.  El documento señalado contiene una interesante declaración acerca de la importancia de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) en la formación y capacitación de las personas en general, destacando el papel que tiene la educación para hacer que las mismas formen parte de los conocimientos que deben adquirir los ciudadanos en este milenio. 
Un elemento importante es el planteamiento de llevar a cabo la incorporación del uso de las TIC dentro de los propios programas que existen en la carrera de formación de los docentes, es decir facilitar el conocimiento sobre las TIC, permitiendo conocer de ellas, aprender utilizándolas como recursos, pero además considerar el papel que tienen para crear o construir conocimientos, todo ello a la vez que se aprenden los contenidos de cada asignatura o curso.
Los Estándares de competencia en TIC para docentes ofrecen, un marco de referencia para que los distintos países, a través de las universidades, implementen líneas estratégicas de acción para la actualización y formación de los docentes; donde se consideren: las políticas educativas propias; el contexto político que permita hacer viable su ejecución; los niveles, modalidades y subsistemas que conforman el sistema educativo de cada país; la pedagogía, el Currículo y la evaluación de los aprendizajes; la organización y la administración de las instituciones educativas; el uso de las TIC, entre muchos otros aspectos.
En este contexto, las universidades formadoras de docentes al revisar los programas de estudio, deben considerar que, digitalmente hablando, un educador, de acuerdo con diversos estudios al respecto (Cabero, Duarte y Barroso, 1999; Majó y Marqués, 2002; Tejada, 1999), debe adquirir las siguientes competencias digitales:
-Tener una actitud positiva hacia las TIC, instrumento de nuestra cultura que conviene saber utilizar y aplicar en distintas actividades. 
-Conocer los usos de las TIC en el ámbito educativo y en su área de conocimiento. 
-Utilizar con destreza las TIC en sus actividades: editor de textos, correo electrónico y navegación por internet. 
-Adquirir el hábito de planificar el currículo integrando las TIC (como medio instrumental en el marco de las actividades propias de su área de conocimiento, como medio didáctico y como mediador para el desarrollo cognitivo). 
-Proponer actividades formativas a los educandos que consideren el uso de TIC y evaluar permanentemente el uso de las TIC.
En correspondencia con estas competencias digitales, también se mencionan los cinco pilares que todo docente debería tener en cuenta en su formación personal y profesional:
1. Informatización y alfabetización. En esta competencia intervendrían el saber identificar,  localizar,  recuperar, almacenar, organizar y analizar la información digital, evaluando su finalidad y relevancia.
2. Comunicación y elaboración. En esta competencia el docente debería saber comunicar en entornos digitales, compartir recursos a través de herramientas en línea, conectar y colaborar con otros a través de herramientas digitales, interactuar y participar en comunidades y redes.
3. Creación de contenido digital. Esta competencia trata de la creatividad; de saber crear y editar contenidos nuevos, integrar y reelaborar conocimientos y contenidos previos, realizar producciones artísticas, contenidos multimedia y programación informática, saber aplicar los derechos de propiedad intelectual y las licencias de uso.
4. Seguridad. Es otra competencia digital clave, que trata aspectos como la protección personal, protección de datos, protección de la identidad digital, uso seguro y razonable de la tecnología.
5. Resolución de problemas. Es una de las competencias que se enfoca, principalmente, en identificar necesidades y recursos digitales, tomar decisiones a la hora de elegir la herramienta digital apropiada, acorde a la finalidad o necesidad, resolver problemas conceptuales a través de medios digitales, resolver problemas técnicos.
En tal sentido, el dominio de las competencias digitales también exige un profundo conocimiento sobre las Nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación (NTIC), entendidas como el conjunto de recursos, herramientas y programas que se utilizan para acceder, producir, editar y compartir información a través de diferentes soportes y en diferentes formatos (texto, imagen, sonido, etc.) y de forma ubicua, instantánea e interactiva.
Vista así, la formación del profesorado en TIC es una de las áreas prioritarias en la actual sociedad del conocimiento, al desempeñar un papel muy importante en las grandes líneas en las que se enmarcarán nuestros sistemas educativos en el nuevo siglo, que se centrarán en la innovación, la globalización, la ruptura de las fronteras culturales y lingüísticas, la movilidad virtual de los estudiantes, la emigración y la formación continua. En este panorama, la figura del profesor es crucial (Sánchez, Boix y Jurado, 2009), ya que estas herramientas permiten nuevas posibilidades, formatos y retos educativos.
Muchas veces incorporar nuevos recursos al aula y a la dinámica de enseñanza puede ser complicado. Sobre este particular; existen investigaciones que revelan que un gran número de docentes no tienen una actitud favorable hacia la tecnología; por ejemplo, Aznar, Fernández e Hinojo (2003) en su investigación diseñaron una escala Likert para estudiar las actitudes respecto a las TIC y manifestaron  que la actitud cerrada o negativa de los docentes es una de las principales razones por las que estos recursos no se aprovechan en el aula para el aprendizaje del educando ni tampoco en la gestión administrativa. Por eso, es imprescindible el diseño de propuestas de acompañamiento para no dejar solos a los profesores. Esta opción de formación continua tendría que  ofrecer un esquema de desarrollo gradual de competencias que comprenda:
-Una capacitación inicial que familiarice al docente en el reconocimiento y manejo básico del equipo de computación y los distintos dispositivos tecnológicos que puede utilizar en las aulas, así como en el conocimiento y manejo de la plataforma institucional, sus principales herramientas y la identificación de los materiales educativos digitales.
-La formación constante del profesor, con una diversidad de propuestas de formación que lo llevarán a reflexionar sobre el uso de las TIC en el ámbito educativo y a utilizarla de forma creativa.
-El acompañamiento docente con asesoría tecnológica y pedagógica; para ayudarlos en el perfeccionamiento de sus prácticas pedagógicas para la adquisición de habilidades digitales en el aula, así como fomentar el desarrollo de profesores críticos y propositivos que transformen su praxis docente.
Como ha podido constatarse, la formación digital de los docentes se ha convertido en una necesidad educativa prioritaria, por tanto es necesario: (a) ampliar la cobertura y oferta educativa, a través de diversas áreas de conocimiento; (b) fortalecer el sistema educativo en las modalidades presencial, virtual y a distancia mediante el acceso a contenidos y recursos en línea; (c) dotar a las instituciones de las infraestructuras y tecnologías necesarias; (d) rediseñar los planes de estudio con el fin de incorporar a las TIC como elemento de formación esencial; (e)  promover estrategias para que más personas puedan adquirir equipos y dispositivos a ser utilizados en el ámbito educativo; especialmente, deberían crearse directrices y políticas educativas que permitan dotar a los docentes y estudiantes de estos importantes equipos de tecnologías y comunicación con miras al desarrollo de situaciones didácticas y de aprendizaje susceptibles de apoyarse en las TIC para garantizar la formación de los ciudadanos en espacios virtuales apropiados.
Para finalizar, comparto con ustedes la etimología de la palabra competencia; del griego ‘agón’ que significa “ir al encuentro de”. Y en su acepción latina esta palabra deriva de ‘competere’ que significa “pertenecer”, “comprometerse a algo”, “buscar o pretender algo”, “hacerse responsable de algo”. En este sentido, la palabra competencia comprende una clara actitud proactiva, de desafío, y también de responsabilidad.  Y es precisamente desde nuestra responsabilidad docente que debemos construir nuestra competencia digital para dar lo mejor de nosotros en los ambientes de aprendizaje, con la finalidad de que nuestros estudiantes también aprendan a manejar correctamente la información, socializar responsablemente, crear y recrear respetando la propiedad intelectual, ser conscientes de los peligros de la red y tomar las precauciones para un uso seguro de la tecnología. Todo ello, tomando en consideración que el desarrollo de las Competencias Digitales es crucial para promover el progreso de las generaciones presentes y futuras. Y para este propósito, el papel del docente es primordial y determinante.

Referencias

Aznar, I., Fernández, F. e Hinojo, F. (2003). Formación docente y TIC: elaboración de un instrumento de evaluación de actitudes profesionales. Revista Etic@net. [Documento en línea. Disponible http://www.ugr.es/~sevimeco/revistaeticanet/Numero2/Articulos /ActitudesFormaciondocenteenTIC

Cabero, J., Duarte, A. y Barroso, J. (1999). La formación y el perfeccionamiento del profesorado en nuevas tecnologías: retos hacia el futuro. En J. Ferrés y P. Marqués (coords.). Comunicación educativa y nuevas tecnologías. Barcelona: Praxis.

Majó, J. y Marques, P. (2002). La revolución educativa en la era Internet. Barcelona: CissPraxis

Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) (2008). Estándares de Competencia en TIC para docentes. http://www.unesco.org/new/ /Competencias-estandares-TIC.

Sánchez, A., Boix, J. y Jurado, J. (2009). La sociedad del conocimiento y las tics: una inmejorable oportunidad para el cambio docente. Píxel Bit, 34, 174-204.