Como
un homenaje póstumo dedicado a Joaquín Salvador Lavado Tejón, conocido como Quino,
(17-07-1932 / 30-09-2020), escribo estas líneas para resaltar una de sus
creaciones más difundidas a nivel global, como es el personaje de historietas
más famoso de Argentina, caracterizado por una niña inquieta, inteligente,
irónica, inconformista, sensible y preguntona, llamada Mafalda. Estas
historietas fueron publicadas entre los años 1964 y 1973, alcanzando un gran renombre y vigencia, debido
a que Quino, con su peculiar sentido del humor, imprimió en Mafalda la crítica social perspicaz,
inteligente y siempre actualizada, que cuestiona todo y a todos.
Mafalda
es una niña inocente, con su familia: Joaquín, Raquel y Guille, y sus amigos
Susanita, Manolito, Felipe, Miguelito y Libertad, que Quino magistralmente
utiliza para reflexionar acerca de la política, la economía y la sociedad en
general, siempre con un toque de humor. A la pequeña Mafalda le gustan los
Beatles, el Pájaro Loco, ama a la democracia, a los derechos de los niños, a la
lectura, a la paz y a los panqueques. Pero, odia a James Bond, a las armas, a
la guerra y no le gusta la sopa. Además, sueña con “arreglar” el mundo. Mafalda
fue llevada a más de 30 países y se convirtió en la cara de diversas campañas
publicitarias, postales y estampillas. Ha sido homenajeada en decenas de
exposiciones en Argentina y en el extranjero. Su vigencia es un gran
reconocimiento a la calidad del trabajo de Quino y al carisma de los personajes
que creó, con quienes simbolizó al mundo, su filosofía y su cultura.
Quino
también le dio vida a centenares de personajes anónimos en sus más de 60 años
de trayectoria. Siempre manteniendo una
dosis de humor ácido, satirizó los absurdos del mundo moderno, la burocracia y las instituciones inútiles, la política y las relaciones de
poder, la hipocresía de la gente, las desigualdades sociales, la degradación ambiental, el sexo y
la vida conyugal, entre muchos otros temas. Entre los principales libros de
humor de Joaquín Lavado, se encuentran: Bien, gracias, ¿y usted? (1976), Déjenme inventar (1983), Quinoterapia (1985), Gente en su sitio (1986), Sí, cariño (1987), Potentes, prepotentes e impotentes (1989), Humano se nace (1991), ¡Yo no fui! (1994), ¡Qué mala es la gente! (1996), ¡Cuánta bondad! (1999) y ¡Qué
presente impresentable! (2005).
Frases
emblemáticas y preguntas reflexivas, nos
hicieron retumbar los sentidos a muchos de los que leímos a Mafalda y todavía
nos gusta leerla, una muestra de ellas son las siguientes:
1. La
vida es linda, lo malo es que muchos confunden linda con fácil.
2. No
es que no haya bondad, lo que pasa es que está de incógnito.
3. El
problema es que hay más gente interesada que gente interesante.
4. ¡Paren
el mundo, que me quiero bajar!
5. Lo
ideal sería tener el corazón en la cabeza y el cerebro en el pecho. Así
pensaríamos con amor y amaríamos con sabiduría.
6. Tenemos
hombres de principios, lástima que nunca los dejen pasar del principio.
7. ¿Y
no será que en este mundo hay cada vez más gente y menos personas?
8. El
problema de las mentes cerradas es que siempre tienen la boca abierta.
9. Lo
malo de la gran familia humana es que todos quieren ser el padre.
10. Como
siempre: lo urgente no deja tiempo para lo importante
Así
como éstas, otra gran cantidad de interrogantes que llevan a la reflexión y nos
permiten cuestionar nuestra cotidianidad, que muchas veces creemos encausada en
la realidad, pero una realidad que, en ocasiones, nos aleja de lo
verdaderamente real.
En
esta ocasión, Quino, “como padre de la creación”, no quiso arruinar el cumpleaños 56 de la
primera publicación de Mafalda, y se ausenta de este mundo solamente de forma
física, porque su pensamiento, su humor
y la manera de llamar la atención acerca de los misterios de la humanidad,
están presentes en el día a día de las personas y de las relaciones sociales.
Para
finalizar este sencillo homenaje, retomo a Mafalda con esta interrogante “¿Que
importan los años? Lo que realmente importa es comprobar que al fin de cuentas
la mejor edad de la vida es estar vivo”. Esta reflexión nos impulsa a pensar que no
existe una edad que sea mejor que otra. La vida nos ofrece la oportunidad de
saborear los dulzores del amor, del amanecer, del anochecer, de reír, de
pasear, de conocer, de soñar, de vivir… Estar
vivo, en plenitud, en equilibrio con nosotros mismos, es lo mejor de la vida… Y
eso debe formar parte de nuestra personalidad; esa es la actitud… Además,
debemos apreciar que Quino no falleció, que todavía está en esa sobresaliente edad que significa estar vivo
en el recuerdo de todos sus lectores, admiradores, amigos y familiares. Mafalda
podría pensar que se bajó de este planeta y está en búsqueda de un planeta más
humano, con respuestas lógicas a sus incertidumbres, donde lo importante sea
vivir.
Mafalda…
Primera edición: 29 de septiembre de 1964, en la revista Leoplán
Última edición: 25 de junio de 1973, en el semanario Siete Días Ilustrados
“No ando despeinada sino que mis cabellos tienen
libertad de expresión”.