miércoles, 4 de diciembre de 2019

Llegó diciembre...

      Llegó diciembre, un mes que viene cargado de muchas emociones. Es el último mes del año y es el mes para celebrar el nacimiento del niño Jesús. Son múltiples sentimientos que nos embargan, debido a que esta época del año nos invita a revisar lo que hemos hecho, lo vivido; y lo que estamos por hacer. Alegría y melancolía se conjugan para hacer de diciembre un mes especial en nuestras vidas. 
Quiero hacer énfasis en los aspectos positivos, también para poner en práctica las ideas de mi artículo “Leer y pensar saludablemente”, puesto que, a pesar de las vivencias tristes que pude experimentar en el año, creo que la energía de las experiencias buenas y alegres iluminan a esas sombrías y pequeñas cosas. Es así, como retomo la idea de regocijo, deleite, compañerismo y amor familiar que nos trae este mes tan bonito, vistoso y exclusivo del año. 
Las fiestas decembrinas compartidas en mi infacia, me trasladan inexorablemente, al campo de mis abuelos maternos; un paraiso terrenal, que da muestra del inmeso amor divino de Dios por sus hijos... Mis padres, hermanos, tíos, primos, todos reunidos acompañando a los viejos. En ´colaos´ o en carros particulares llegamos al “Paso ´el Caballo”, siendo recibidos por un abrazo tierno de mi abuela, quien tenía listo el café y la deliciosa comida, que de forma mágica, alcanzaba para todos. Y mi abuelo, con sus cuentos ´coloraos´ que nos hacían reír tímidamente a los pequeños, “y que la abuela no oiga ni se entere que mi abuelo le está contando a los más chicos y a las muchachas esos cuentos...”
Las reuniones familiares en la casa montonera de Mereyal también son muestras de esa generosidad divina del Padre...  Han mutado y se han vuelto más pequeñas, pero igual de buenas. Doña Ramona aprovecha esos momentos para contarnos de sus vivencias de juventud, nosotros reimos, quizás no como antes porque a ella se le ha olvidado que ya nos relató en muchas oportunidades, esa emocionante hazaña de cuando peleó con la Zorrita o con la familia del Sapito. Y si está mi tío Israel, comparte con él: “¿Te acuerdas Israel? Son anécdotas que quiero seguir oyendo y quiero seguir disfrutando cada vez que ella quiera contarlas..., porque se ve en su cara esa sonrisa y esa satisfacción de heroína del llano que solo ella sabe plasmar. 
Además de las exquisitas comidas, también quiero resaltar los momentos de oración que compartimos, dándole gracias a Dios por todo y por todos, y rogándole que el año venidero nos traiga salud y prosperidad. Y en respuesta inmediata, Dios nos regala una hermosa y brillante luna, y un reconfortante ambiente lleno de frescura y suaves olores decembrinos. Por esto y por muchos otros lindos recuerdos, es que me lleno de gozo, mi mirada se aviva al recibir a diciembre. Un mes que despide el año y que nos trae de regalo todo un sinfín de ilusiones, de deseos, de metas, que llegan a cada uno de nosotros como si se tratará del nacimiento del Niño Dios, de la esperanza y de la confianza que debemos tener para avanzar con firmeza hacia ese nuevo camino, llevando siempre de compañero la impresionante magia de la navidad, que se traduce en actitudes y acciones llenas de paz, alegría, salud, amor y prosperidad para el renacimiento de los hombres y mujeres de buena voluntad. #Feliznavidadypróspero2020 

jueves, 28 de noviembre de 2019

Leer y pensar saludablemente

    En algún momento de nuestras vidas, hemos oído que es necesario cambiar los pensamientos negativos por positivos, debido a que lo que pensamos puede volverse real.  De ser esto cierto, el bienestar, la salud y el desarrollo personal podrían mejorar gracias a un pensamiento saludable, previniendo enfermedades mentales tales como la ansiedad o la depresión, y proyectando nuestras vidas hacia las metas y acciones que nos traigan beneficios individuales y colectivos.
Ciertas situaciones en nuestra cotidianidad, nos han podido llevar a pensar y exteriorizar ideas pesimistas, que repercuten en un estado emocional desajustado que, sin darnos cuenta, incide también en la salud corporal y en la imagen personal que proyectamos en la sociedad. Frente a esa negatividad y pesimismo, debemos responder con pensamientos y actitudes saludables, con el objetivo de que afecten de forma positiva a todas nuestras acciones diarias. Es así, como desde la unidad curricular Lengua y Literatura, nos planteamos la idea de leer y compartir lecturas que nos permitieran reorientar nuestra mente, reflexionar y tratar de poner en práctica algunos consejos que dan los autores de los textos leídos, en torno a actitudes positivas y auténticas, que nos permitan enfrentar las realidades del día a día. En tal sentido, programamos el Encuentro de Lecturas: “Textos que inspiran para la vida”, en el marco de la celebración del XVI aniversario del Área Ciencias de la Educación; espacio que permitió a los estudiantes de primer año de Educación Integral, hablarnos de interesantes consejos, anécdotas, experiencias y relatos que muestran vivencias ejemplificadoras de personajes que frente a diversas circunstancias, dieron un paso acertado para seguir adelante con entusiasmo y firmeza.
Entre los libros leídos destacan: ¿Quién se ha llevado mi queso?; El monje que vendió su ferrari; La culpa es de la vaca; El caballero de la armadura oxidada; Pide y se te dará y El Alquimista. Títulos elegidos por los estudiantes con la finalidad de compartir la esencia y la orientación, que a través de la palabra escrita, los autores nos develan, para empezar a pensar de una manera más racional y saludable, y lograr desarrollar nuestro potencial humano. 
Como puede apreciarse, hay en la lectura una bondad fundamental que queda al descubierto: la información-formación del estudiante; debido a que los libros leídos le dieron la posibilidad de integrar a su bagaje cultural y personal, nuevos elementos de conocimientos, de análisis, de comparación, de esclarecimiento de hechos y realidades que conocían o que empezaron a conocer a través de la palabra escrita. De igual manera, puede afirmarse que la lectura es una poderosa herramienta en cuanto a la generación de espacios de interpretación, análisis, evaluación, explicación y autorregulación del aprendizaje de los estudiantes; permitiendo el desarrollo de la racionalización y la formación del pensamiento crítico. 
  En suma, de lo que se trata es de insertar en los ambientes de aprendizaje de todos los niveles educativos, a la lectura como parte esencial para formar un ser humano con visión crítica, universal, divergente y libre. Textos que permitan estimular la idea de que toda realidad humana es susceptible de ser mejorada, que generen una conciencia que reafirme la confianza y la seguridad en el pensamiento propositivo y en un pensamiento que sea saludable para el accionar de todos en la sociedad.
Para finalizar y consonancia con los primeros párrafos de este escrito; te recuerdo que la mente es un imán: si piensas en bendiciones, atraes bendiciones; y si piensas en problemas atraes problemas. Por ello, cultiva siempre pensamientos saludables y mantente optimista; concéntrate en aquello que quieres alcanzar y, como especie de catarsis mental, practica la lectura reflexiva y epistémica para orientar tu vida con sentimientos y pensamientos positivos. ¡Créelo y practícalo!

lunes, 14 de octubre de 2019

Diminutivo de la palabra mano

   En diversas ocasiones, me he preguntado: ¿Cómo deberíamos decir: manito o manita? Revisando las fuentes bibliográficas, tenemos que: mano es uno de los pocos sustantivos femeninos terminados en “o” que tenemos en español. En latín se decía manus. Formaba parte de un exiguo grupo de femeninos de la cuarta declinación. Eso de que un nombre femenino terminara en “us” ya era una rareza en latín. Esa era la terminación típica del masculino (de ahí vienen nuestros masculinos terminados en “o”). Los femeninos en “us” no salieron muy bien parados en el paso al castellano. Casi todos desaparecieron. Los que sobrevivieron tuvieron que adaptarse a los nuevos tiempos.
   En lo que respecta al diminutivo, son válidas las formas manito y manita. Lo habitual en la formación de los diminutivos de nombres que terminan en “a” o en “o” es que el sufijo conserve la misma vocal final del sustantivo, independientemente de cuál sea el género gramatical de este: la casa > la casita, el mapa > el mapita, el cuadro > el cuadrito. En el caso de mano, excepcionalmente, se han generado ambas formas; así, manito, que mantiene la “o” final del sustantivo, es la forma habitual en la mayor parte de América; y manita, que se ha generado atendiendo al género gramatical del sustantivo mano, y no a su vocal final, es la forma que se usa habitualmente en España y en México. Menos frecuente es el diminutivo manecita, también correcto.
   Acerca de este tema Rosenblat (2004) comenta que en materia de lenguaje toda generalización es aventurera. La manito no se da en toda Venezuela. En los Andes, la gente dice la manita, pero el resto del país usa la manito sin distinción de clases sociales.
   La mano y el día son, en rigor, las dos voces que, desde el latín hasta hoy, han mantenido su género a pesar de la terminación de la palabra. Son pues, dos casos anómalos en el sistema de la lengua ¿Cuál es el diminutivo de día? Es el diíta, manteniendo la “a” final. Asi también poemita (de poema). Igualmente sucede en los nombres femeninos de persona acabados en o: Rosarito, Amparito, Milagritos. Es el mantenimiento de la anomalía en la derivación.
   En cambio los diminutivos castellanos manita, manilla, manecita, manija, representan una ruptura de la anomalía de mano, una regularización: la manita es ya un femenino acabado en “a” en contraste con mano. Frente a ello, el uso americano de manito responde más consecuentemente al sistema de derivación de nuestra lengua.
   Como se ha constatado, España ha hecho manita aplicando el sistema general de que los sustantivos femeninos terminan en a. En cambio la mayor parte de América ha hecho manito manteniendo la irregularidad de mano. Han actuado dos fuerzas distintas, el sistema general de la analogía y el sistema particular de la anomalía. Dos fuerzas que permanentemente han estado en acción en toda la vida de la lengua, y en la vida de todas las lenguas. En la Roma antigua, los romanos peleaban por los principios contrapuestos de la analogía y la anomalía. Los analogistas habrían defendido la manita, mientras que los anomalistas defenderían la manito. Nosotros, en cambio, vemos en la lengua el juego armónico de estas dos fuerzas.

martes, 24 de septiembre de 2019

Estrategias didácticas para la escritura académica

La didáctica de la lengua tiene como propósito fundamental la generación de ideas, acciones y tácticas que, desde las disciplinas del lenguaje y sus enfoques metodológicos orientados a los procesos de enseñanza-aprendizaje de la lectura y la escritura, fortifiquen la praxis docente en las aulas, de manera eficaz y efectiva. Tal puesta en práctica, implica la reflexión continúa de investigadores y docentes en torno al aprendizaje y a las condiciones de actuación que se propician para los estudiantes, es decir, llevar estos procesos a la práctica conforme a los usos reales que las personas le dan en su entorno.

En ese sentido, el enfoque didáctico que se elija debe proponer una doble orientación: metalingüística y metacognitiva, puesto que, son dimensiones necesarias tanto para los estudiantes como para los docentes. Estas dimensiones mostrarán un amplio panorama que permitirá monitorear el aprendizaje, reflexionar y tomar decisiones para mejorar las habilidades lingüísticas. Para Jolibert (2001) se trata de construir un campo propio; campo de intervención didáctica y no sólo de observación. Un campo de acción y de investigación; y luego, campo de investigación/acción. 

En lo que respecta a los procesos de escritura, Anatolievna (2014) sugiere que el sistema de prácticas a utilizar para el desarrollo de las habilidades del lenguaje escrito incluya los ejercicios de entrenamiento y los de producción. El objetivo de los primeros es prepararse para la expresión de las ideas por escrito. A esta clase de ejercicios pertenecen los que están basados en modelos: imitativos, de complementación, transformación, elección, construcción, combinación, abreviación, ampliación. Por su parte, los ejercicios de producción son los que enseñan a transmitir las ideas y la información por escrito, desarrollan las habilidades de expresión escrita. Los tipos de ejercicios de producción son los siguientes:

- Reproducción escrita de una serie de enunciados leídos (microtextos) o reproducción de un texto pequeño por medio de las palabras clave.

- Elaboración del mapa conceptual de un texto leído en forma de preguntas, enunciados nominativos o simples afirmativos, cuyo predicado es el verbo en el presente indicativo. Este ejercicio es preparativo para realizar otros más complejos y desempeña una función importante para el desarrollo de la cultura del pensamiento, el mejoramiento de la lógica, la interpretación consecutiva y el desarrollo de las ideas, los métodos de expresión de relaciones causa/consecuencia, la detección de la idea principal, el sorteo de la información esencial y secundaria.

- Elaboración de títulos de las partes de un texto y/o breves apuntes sobre la idea principal de cada parte, que incluye únicamente los aspectos argumentados; este ejercicio ayuda a generalizar la información obtenida y brindar conclusiones breves y puntuales.

- Interpretación escrita de un texto, que persigue varios objetivos: el perfeccionamiento de las habilidades receptivas, la comprensión y retención de la información; el desarrollo de las habilidades de orientación en un texto; la definición de las ideas centrales, la detección de la consecuencia lógica de los hechos, acontecimientos y fenómenos de los cuales trata el texto; el perfeccionamiento de la habilidad para diferenciar la información; el desarrollo de la habilidad para exponer por escrito la información percibida de manera lógica, consecutiva, clara y expresiva; la asimilación más fácil del material estudiado; y el control de la asimilación. 

- Recapitulación del texto, que se realiza mediante la elección de las frases significativas, desde la perspectiva de la idea principal del texto, la abreviación de estas frases y la anotación de las ideas del autor de manera breve y general. 

- Compendio, que es la descripción sucinta de las ideas principales de un texto, su sistematización, generalización y evaluación.

- Resumen, que es la interpretación más breve posible del contenido de un texto, con el fin de guiar al receptor sobre la información contenida en el texto, su valor y utilidad; el resumen contiene, además, la descripción bibliográfica y los datos del autor, es una nota informativo-evaluativa. 

- Reseña, que es una clase compleja de actividad lingüística escrita; consiste en que el autor exponga su impresión (opinión) de los hechos, acontecimientos, fenómenos, objetos y sus atributos, con el fin de crear una imagen de lo leído.

- Ensayo, que también es un tipo complejo de actividad lingüística escrita y creativa que se usa con regularidad en la universidad y consiste en una composición en prosa, enfocada a exponer las ideas del autor sobre un tema específico, dar respuesta a una interrogante o sostener un punto de vista. 

Por otro lado, la interpretación de un texto puede presentarse, en el escrito, como paráfrasis breve, comentario detallado sobre un texto, descripción del contenido, entre otros. Esta actividad requiere una preparación previa. El trabajo previo incluye, también, la preparación de los estudiantes bajo la coordinación del docente, en cuanto a: la lectura preliminar del texto, su subdivisión en partes, la detección de la idea principal, el énfasis en los datos principales y relevantes. La siguiente fase del trabajo con el texto consiste en formular de manera verbal las preguntas sobre el texto, interpretar oralmente lo que se ha leído, elaborar el mapa conceptual, anotar las palabras y frases que portan las ideas principales. Finalmente, el texto se interpreta por escrito, se revisan los ensayos, se realiza el trabajo de corrección del estilo y, asimismo, la retroalimentación y evaluación (Salas y Zhizhko, 2010, pp. 140-145).

En el proceso de apropiación de la lectura y escritura académicas es recomendable que los estudiantes realicen ejercicios de recapitulación: pasar al cuaderno únicamente los enunciados del texto en los cuales el autor expresa sus ideas principales, después, tachar en estos enunciados todas las palabras complementarias; y acortar un texto eliminando todas las oraciones y frases que no se refieran a la idea principal, con el propósito de que el estudiante se apropie del contenido, lo pueda interpretar y reescribir utilizando ideas propias.

Los autores reseñados, proponen algunas estrategias que pueden ser útiles. En tal sentido, las propuestas metodológicas para el desarrollo de la escritura deben estar orientadas hacia la formación de habilidades y destrezas para que el estudiante emplee el lenguaje académico en la redacción de los textos. En suma, lo que se busca es proporcionarle a los estudiantes las herramientas necesarias para que se inserten en el mundo de la escritura, reconociendo que es un proceso epistémico en cuanto y tanto se constituya en fuente del saber y medio de expresión del pensamiento.

martes, 27 de agosto de 2019

La Jurisdicción, nociones sistemáticas fundamentales y origen

 La Jurisdicción
               
       Desde el punto de vista etimológico, la palabra jurisdicción proviene del latín iurisdictio, que significa “decir el derecho”. La traducción etimológica se ha mantenido a lo largo  del tiempo, aludiendo al poder de declarar el derecho que tenía el magistrado romano.  Para Couture (1988), la jurisdicción:
Es la función pública, realizada por los órganos competentes del Estado, con las formas requeridas por la ley para determinar los derechos de las partes, con el objeto de dirimir sus conflictos y controversias de relevancia jurídica, mediante decisiones bajo autoridad de cosa juzgada. (p. 34)
         Es la función judicial propiamente dicha, ejercida por el Estado a través de los órganos competentes, a los fines de dar respuesta a conflictos o incertidumbres de los particulares.  Longo (2002) ofrece una definición sistematizada de la noción de jurisdicción definiéndola como la potestad dimanante de la soberanía popular que ha sido asumida por el Estado, quien se obliga a prestarla, cada vez que un sujeto mediante el ejercicio del poder correlativo de la acción, afirma ser titular de una voluntad, pretende la tutela judicial de sus intereses y solicita la prestación de dicha función.

Nociones sistemáticas fundamentales
         En lo que respecta a las nociones sistemáticas fundamentales, Puppio (2012), afirma que, dentro de la ciencia procesal, existen tres: la jurisdicción, la acción y el proceso. Diversos procesalistas han tratado de definir a esta importante trilogía, coincidiendo en que poseen una estrecha vinculación, a tal punto que se genera entre ellas un nexo de correlatividad que hace que se impliquen mutuamente. La jurisdicción es la potestad del Estado para administrar justicia, a través de los órganos judiciales; mientras que el proceso viene a ser una relación jurídica, un vínculo a través del cual, siguiendo un procedimiento se tutelan ciertos intereses jurídicos. En cuanto a la acción, se define como un derecho público, subjetivo, abstracto, cívico y autónomo, que tiene toda persona natural o jurídica para obtener la aplicación de la jurisdicción del Estado.
           Acerca de esta reciprocidad entre la jurisdicción, la acción y el proceso, Calamandrei (1973) sostiene que la jurisdicción sería el primer elemento para la interpretación de un código de derecho procesal, porque le corresponde un poder-deber, que entraña un correlativo derecho subjetivo a reclamarlo, que es lo que se conoce como acción, que a su vez, ésta última, iniciaría el proceso ante los órganos jurisdiccionales. En suma, entre las nociones sistemáticas fundamentales existe correlatividad, puesto que la función jurisdiccional se activa con la acción, que se ejerce con la demanda, admitida ésta, la jurisdicción se ejercita a través del proceso, en el cual se dilucidará la pretensión, tema principal de la actividad procesal que se impulsó con la acción.
         Por otro lado, en lo concerniente a la posición de la jurisdicción dentro del ámbito jurídico, para el Derecho constitucional y las ciencias políticas, por largo tiempo ha sido uno de los poderes del Estado, llamado Poder Judicial (de acuerdo a la doctrina de la separación de poderes). Mientras que, para el Derecho procesal, constituye uno de los presupuestos procesales. Al respecto, de las ideas de Puppio (2012), puede inferirse que la jurisdicción pertenece al ámbito de la constitución como atribución de una función pública. Pero, la actuación jurisdiccional consiste en llevar a cabo actos proyectivos procesales, y en este sentido, la jurisdicción cae en el ámbito del derecho procesal.

 Orígenes históricos
            En los comienzos de la historia de la humanidad la aplicación del derecho fue una función privada de los jefes de familia, en un contexto dominado por la venganza privada y la justicia por mano propia, pero con la creación de los Estados, el monopolio de la tarea de juzgar pasó a uno de sus poderes, el judicial, que se ejerce a través de los jueces (aunque la independencia de poderes es una característica que recién nace con las ideas iluministas, sobre todo con Montesquieu).
            La Jurisdicción tiene su origen en los arcontes de Grecia; es decir, el tribunal público que solucionaba un conflicto particular en el aereópago (plaza). En Grecia la administración de justicia se originó en el hábito prehistórico de resolver disputas entre individuos, renunciando voluntariamente a la autotutela y recurriendo al arbitraje. Se cree que los litigantes fueron forzados por la presión, siempre creciente, de la opinión pública, así como por el acrecentamiento del poder de los gobernantes, a abstenerse de la lucha armada y de la venganza de la sangre y buscar la decisión de los príncipes que, en virtud de su preponderancia social y personal, estaban predestinados a actuar como árbitros.  Con esta teoría dominante, devino una institución jurídica y pasó, después de la abolición de la antigua monarquía, a los magistrados de la ciudad aristocrática y, posteriormente, en las democracias, a los tribunales populares.
          Desde el punto de vista de la concepción clásica romana, siempre se ha considerado que el juez debe estar ligado a unos criterios previos.  No obstante, Calígula (III emperador del imperio) quiso suprimir la ciencia de los jurisconsultos romanos, reduciendo la influencia del Senado, aplastando la oposición que este órgano legislativo estaba ejerciendo, situación que lo llevó a hacer frente a varias conspiraciones surgidas con el objeto de derrocarle. La Roma antigua tuvo presente el principio de subordinación del juez a la ley. Se sigue de allí que el juez romano, más que con la ley debía enfrentarse con la ciencia de los jurisconsultos y con el edicto del pretor; quien enviaba a las partes ante el juez en poder de una fórmula redactada, la cual limitaba la competencia judicial.
       Una concepción diferente a la romana es la medieval, concebida por los juristas del derecho común glosadores y post-glosadores. El juez está por consiguiente ligado a la ley, pero ésta es fundamentalmente un cuerpo jurisprudencial. Los medievales le temen a la desvinculación de la ley y prohíben fallar en equidad, por lo que se guiaban tomando en cuenta las interpretaciones a través de las glosas.
    Otra noción de jurisdicción es la del mundo moderno y contemporáneo, cuya preocupación esencial fue encontrar la mejor forma de garantizar la libertad. La sujeción del juez a la ley es un dogma de mayor importancia en la época que se gesta con la revolución francesa. El juez de nuestro tiempo no está abocado a la tarea de buscar el verdadero sentido de la materia jurídica, porque éste se lo da la ley, sino que su labor queda reducida a buscar el verdadero sentido o alcance de la materia legal. Así nació la jurisdicción como emanación de la potestad soberana del Estado, como medio de lograr la paz social. El Estado asume la función de resolver los conflictos mediante órganos investidos de autoridad.
        En casi todos los Estados del orden internacional y, por ende, en Venezuela, contamos con normas como el ordinal 31 del Artículo 156 de la Constitución Nacional, que establece como competencia del Poder Público Nacional, la administración nacional de justicia, el Ministerio Público y la Defensoría del Pueblo e igualmente, en el artículo 253 constitucional, se instituye que la potestad de administrar justicia emana de los ciudadanos y ciudadanas y se imparte en nombre de la República por autoridad de la ley. Corresponde a los órganos del Poder Judicial conocer de las causas y asuntos de su competencia mediante los procedimientos que determinen las leyes, y ejecutar o hacer ejecutar sus sentencias. Este artículo coincide con lo descrito en párrafos precedentes respecto a la doctrina venezolana, cuando se afirma que la potestad de administrar justicia proviene de la soberanía popular que ha sido asumida por el Estado, el cual la ejerce a través de los órganos jurisdiccionales, a solicitud de los particulares, mediante la justa aplicación de la ley.

Características
            Dentro de las características de la Jurisdicción destacan:
          Es constitucional: porque nace de la constitución y se ocupa de garantizar el pleno respeto de los principios, valores y normas establecidas en el texto fundamental. La jurisdicción pertenece al ámbito de la Constitución, en cuanto a función, como atribución de una función pública, apegada a la tutela jurídica del Estado hacia los particulares.
            General: se extiende por todo el territorio.
           Exclusiva: solo la ejerce el Estado, manifestada en el poder-deber para administrar justicia y resolver los conflictos desatados entre los particulares, a través del Órgano Jurisdiccional.
           Permanente: se ejerce en todo momento y en donde el Estado tenga soberanía.
         Es un presupuesto procesal: porque debe poseer las condiciones necesarias para la constitución de la relación jurídica procesal, de la cual depende su existencia, a fin de que pueda darse un pronunciamiento, ya sea favorable o desfavorable sobre la pretensión.

Requisitos o presupuestos de la jurisdicción
            Para el ejercicio de la jurisdicción por parte de los órganos jurisdiccionales (jueces competentes) es necesaria e imprescindible la participación de los siguientes requisitos:
            1. Debe existir un conflicto de intereses entre las partes o una incertidumbre, es decir la necesidad de dar legitimidad a un acto que solo mediante la intervención del organismo jurisdiccional lo logre. La existencia de un conflicto de intereses jurídicos que puede ser entre las partes, por ejemplo: demandante y demandado se atribuyen ser propietarios de un vehículo; éste petitorio solo se podrá dar solución con la intervención del órgano jurisdiccional; o tal vez haya una incertidumbre jurídica: un poseedor de un bien por muchos años no tiene documentos que acrediten su propiedad, entonces recurre ante el órgano jurisdiccional a fin de que se le elimine su incertidumbre otorgándole el juez, mediante una sentencia, su documento de propiedad respectiva.
            2. Debe existir el interés social en la composición o solución de la litis. La solución de un conflicto de intereses o de una incertidumbre jurídica no solo es un beneficio de carácter privado, sino también es de necesidad pública y abstracta, es decir que también beneficia a toda la colectividad, porque en la sociedad se ha disminuido un proceso, existe uno o más litigantes sin juicio.
         3. Debe intervenir el Estado mediante el organismo competente o correspondiente, como ente imparcial.
            4. Debe actuarse y aplicarse la voluntad concreta de la Ley. El Juez al valorar los medios probatorios y habiendo alcanzado ésta su finalidad respectiva, debe hacer aplicar la norma, la ley, el artículo sustantivo o material correspondiente que ampara al derecho.

martes, 11 de junio de 2019

¿Qué hacer para empezar a escribir?


   Cuando nos encontramos frente a una hoja en blanco, porque debemos escribir un informe, discurso, artículo o ensayo, en muchas ocasiones, no sabemos por dónde empezar, qué es lo que se debe decir primero o qué hacer para inspirarnos y empezar a escribir. Es importante que tratemos de planificar o esquematizar las ideas que se tienen en mente y, para ello, es crucial la lectura, en aras de investigar acerca del tema, y tener un panorama más amplio respecto a lo que se desea plasmar.
   A medida que investigamos, se debe ir tomando notas de las ideas principales, de lo que se va infiriendo e interpretando. A este proceso indagatorio debemos dedicarle tiempo, con el fin de ir delimitando el tema y dándole forma al escrito. A esa especie de borrador que vayamos configurando, debemos ir revisándolo constantemente y haciendo las correcciones necesarias.  Leer y leer, las veces que sean necesarias y más. Escribir, revisar, borrar y volver a escribir…
   Muchos investigadores han propuesto diversos métodos para aleccionar al estudiante en el ejercicio escritural. Uno de ellos es muy conocido en nuestras aulas de clases, la lluvia de ideas o tormenta de palabras. En nuestro cuaderno o en una hoja, empecemos a escribir las ideas o palabras que se nos vengan a la mente, relacionadas con el tema que vamos a escribir. Una vez que tengamos ese listado de ideas, hemos cargado nuestra mente con imágenes referenciales del tema. Podemos organizarlas, esquematizarlas, indagar y empezar a escribir nuestro artículo o informe.
   Otro método es el llamado de las 5 W, que son las preguntas en inglés: who, what, why, where y when y le adicionamos how, que traducidas al castellano significan:  quién, qué, por qué, dónde y cuándo, además de cómo. Este método es muy utilizado por los periodistas y puede ser útil a la hora de incursionar en el relato, reseña o informe. Las ideas del escrito se organizan de tal manera que el lector pueda dar respuesta a estas interrogantes, sin que la pregunta se escriba directamente.
   Otra técnica que puede ayudar es contárselo al amigo o amiga. Por ejemplo, tenemos en mente un tema que debemos exponer por escrito, pero no sabemos redactar las primeras líneas. El amigo o amiga nos pregunta de qué trata y nosotros empezamos a contarle. El simple hecho de relatarle a otra persona el tema, nos obliga a organizar las ideas y a darles sentido. Y a comenzar por algún sitio. Esta técnica puede tener una variante, la cual sería con una grabadora. El hecho de declamar en voz alta como si estuviéramos contándole a alguien, ayuda a superar el tema de la hoja en blanco; debido a que permite que ordenemos las ideas y poder oírnos para perfeccionar nuestra oralidad y escribir coherentemente, evitando repeticiones, muletillas o palabras inadecuadas.
   Es esencial, reitero, tomar en cuenta los procesos de planificación, textualización o producción y revisión de los escritos, por lo que debemos escribir el borrador y revisarlo las veces que sean necesarias para perfeccionar nuestro texto. Todas estas técnicas deben ir acompañadas de dos aliadas ineludibles: la lectura y la investigación, las cuales nos permitirán enriquecer nuestro caudal de conocimientos y obtener insumos necesarios para hacer de la escritura una fascinante aventura que dibuja trazos y huellas en esa  hoja, que dejará de estar en blanco…      

lunes, 13 de mayo de 2019

Pintor, ¡píntame angelitos negros!

       Este próximo 21 de mayo, en ocasión de conmemorar la desaparición física del poeta del pueblo venezolano, del cantor de las inquietudes sociales: Andrés Eloy Blanco (06-08-1896 / 21-05-1955), quiero compartir, a través de este escrito, uno de sus célebres poemas “Píntame angelitos negros”, perteneciente a una selección de poemas y escritos que reflejaron lo típico del folklore venezolano, entre los años 1928 y 1954, y que fueron editados, en forma conjunta, con el título de La Juanbimbada, en 1959.
De acuerdo con algunos historiadores, el poeta Andrés Eloy, motivado por sus observaciones realizadas a diversas pinturas de corte religioso exhibidas en las iglesias, escribe el poema, al percatarse de que no existe  diversidad de clases sociales en las representaciones humanas de esos cuadros. Aunado al hecho histórico de que su amigo y colega político, docente y escritor de amplia trayectoria en Venezuela, el Dr. Luis Beltrán Prieto Figueroa, le fue negada la posibilidad de entrada al Hotel Tropicana, famoso en los años 50 y ubicado en La Habana, Cuba, debido a su piel de color oscura; o al incidente donde el famoso cantante Nat King Cole, tampoco le permitieron entrar al Hotel Tamanaco en Caracas, el cual estaba administrativamente en manos estadounidenses.
Otra situación que llevaría al poeta a plasmar su sátira, vendría a ser el suceso fatídico de la muerte de un niño de piel negra, cuya madre se encuentra esperanzada en un bienestar posterior de su hijo difunto, el cual subiría a los cielos como un angelito, lo que simboliza solamente el anhelo ilusorio de una mujer creyente. Todo este conjunto de eventos tocaría la sensibilidad humana del poeta Andrés Eloy Blanco, llevándolo a crear su composición literaria, una especie de clamor vehemente hacia la no discriminación racial, pidiéndole al artista que pinte al pueblo, a los negros, que pinte la realidad social que se nos muestra cada día. 
Seguidamente, comparto este hermosísimo poema:

Píntame Angelitos Negros de Andrés Eloy Blanco

¡Ah mundo! La negra Juana,
¡la mano que le pasó!
Se le murió su negrito,
sí, señor.

- ¡Ay compadrito del alma,
tan sano que estaba el negro!
Yo no le acataba el pliegue,
yo no le miraba el hueso;
como yo me enflaquecía,
lo medía con mi cuerpo,
se me iba poniendo flaco,
como yo me iba poniendo.
Se me murió mi negrito;
Dios lo tendría dispuesto;
ya lo tendrá colocao
como angelito del cielo.

Desengáñese, comadre,
que no hay angelitos negros.

Pintor de santos de alcoba,
pintor sin tierra en el pecho,
que cuando pintas tus santos
no te acuerdas de tu pueblo;
que cuando pintas tus vírgenes
pintas angelitos bellos,
pero nunca te acordaste
de pintar un ángel negro.

Pintor nacido en mi tierra,
con el pincel extranjero;
pintor que sigues el rumbo
de tantos pintores viejos,
aunque la Virgen sea blanca,
píntame angelitos negros.

¿No hay un pintor que pintara
angelitos de mi pueblo?
Yo quiero angelitos blancos
con angelitos morenos.
Ángel de buena familia
no basta para mi cielo.

Si queda un pintor de santos,
si queda un pintor de cielos,
que haga el cielo de mi tierra
con los tonos de mi pueblo,
con su ángel de perla fina,
con su ángel de medio pelo,
con sus ángeles catires,
con sus angelitos blancos,
con sus ángeles morenos,
con sus angelitos indios,
con sus angelitos negros,
que vayan comiendo mango
por las barriadas del cielo.

Si al cielo voy algún día,
tengo que hallarte en el cielo,
angelitico del diablo,
serafín cucurusero.

Si sabes pintar tu tierra,
así has de pintar tu cielo,
con su sol que tuesta blancos,
con su sol que suda negros,
porque para eso lo tienes
calientito y de los buenos.
Aunque la Virgen sea blanca,
píntame angelitos negros.

No hay una iglesia de rumbo,
no hay una iglesia de pueblo,
donde hayan dejado entrar
al cuadro angelitos negros.
y entonces, ¿a dónde van
angelitos de mi pueblo,
zamuritos de Guaribe,
torditos de Barlovento?

Pintor que pintas tu tierra,
si quieres pintar tu cielo,
cuando pintas angelitos
acuérdate de tu pueblo,
y al lado del ángel rubio,
y junto al ángel trigueño,
aunque la Virgen sea blanca,
píntame angelitos negros.

martes, 23 de abril de 2019

El Principito

En el septuagésimo sexto aniversario de su publicación.

            El 6 de abril de 1943, fue publicada la obra cumbre del escritor y aviador francés Antoine de Saint-Exupéry, titulada El Principito (Le Petit Prince), catalogada como una las mejores creaciones literarias del siglo XX. Su publicación la realizó la editorial estadounidense Reynal & Hitchcock, tanto en inglés como en francés. Posteriormente, ha sido publicada por diversas editoriales y traducida a más de doscientos cincuenta idiomas y dialectos. En español, fue traducida por Bonifacio del Carril y su primera publicación en dicho idioma, fue realizada por la editorial argentina Emecé Editores, en septiembre de 1951.
           Resulta curiosa la afirmación del autor en la dedicatoria que contiene esta obra, puesto que asevera que “todos los mayores han sido primero niños, (pero pocos lo recuerdan)”, en atención a esta idea es oportuno afirmar que el relato está cargado de simbologías, las cuales, a partir de un lenguaje sencillo, nos muestra una variada gama de enseñanzas y vivencias cotidianas, que en muchas ocasiones los adultos pasamos desapercibidas y, quizás, la  espontaneidad e inocencia de los niños, hace que el mensaje se devele de la manera más fluida e interesante posible.
     Con el paso de los años, los adultos vamos adquiriendo responsabilidades, “ocupaciones” y un sinfín de tareas que no nos permiten admirar las cosas hermosas que nos regala la vida. Nos alejamos de lo lúdico que resulta el hecho de ver a nuestras mascotas correr y ladrar porque hemos llegado, del hermoso canto de los pájaros que se acercan a la ventana a trinar su alegría anunciando la aurora, del hecho de despertar y poder levantarnos a darle la cara al nuevo día… De eso, nos olvidamos…
            A manera de metáfora, tal como se narra en la novela, pareciera que nos trasladamos a otro planeta; es decir, del planeta de los sueños e ilusiones, nos trasportamos al de los adultos, llenos de cuentas exactas, números extensos, orgullo, presunción, poderío, donde lo superficial es elegante y reflejar una imagen suntuosa, es lo más importante.
            Esta obra relata la experiencia de un piloto que se encuentra en el desierto del Sahara por la avería que presentó su avión. Mientras trata de reparar la nave, se acerca hasta él un niño, con cabello de rizos dorados,  que descendió de otro planeta, el Asteroide B-612. Ese niño era el Principito. El aviador, durante las conversaciones con el niño, pudo comprobar que éste fue el único que había entendido, sin tener que darle explicaciones, el dibujo que él realizó en su niñez, creando entre ellos un lazo de amistad e identificación.
           El principito le pide que le dibuje un cordero para llevárselo a su planeta, que era un lugar muy pequeño. El aviador trata de dibujarlo, pero en vista de que el Principito no estaba satisfecho con los dibujos que le había hecho, se le ocurrió dibujar una caja con unos agujeros y decirle que ahí estaba el cordero que él quería. Esta idea fue genial, porque el Principito aceptó la caja, afirmando que ese era el cordero que deseaba. Además, le cuenta como era su vida de solitaria y melancólica antes de la llegada de la flor. Cuando la flor llegó a su planeta a él se le iluminó la vida, porque es muy hermosa, coqueta y presumida. No obstante, debido una desilusión que tuvo con la flor, decide irse a otros lugares donde conoce a diferentes personajes, los cuales están cargados de simbolismos que pueden constituirse en mensajes que permitan comprender la obra y también en ideas vigentes para la convivencia de la humanidad.
            Entre estos personajes está el rey, que demuestra su señorío sobre todo lo que posee, pero sin súbditos; sin embargo, tiene claro que hay que saber dar las órdenes y no esperar de las personas algo contrario a su naturaleza o a sus cualidades (“Sólo hay que pedir a cada uno, lo que cada uno puede dar -continuó el rey. La autoridad se apoya antes que nada en la razón. Si ordenas a tu pueblo que se tire al mar, el pueblo hará la revolución. Yo tengo derecho a exigir obediencia, porque mis órdenes son razonables.”)
            El vanidoso, solo busca sobresalir y ser alagado, pero es cuestionado por el Principito. En algún momento de nuestras vidas hemos actuado de forma presumida, porque quizás se adolece de lo que se pregona y sin darnos cuenta podemos herir a nuestros seres queridos con este tipo de acciones. El bebedor es una persona que demuestra la ironía de las cosas y nos hace ver que en realidad nosotros tenemos la solución y somos la causa de la mayoría de nuestros problemas, los cuales nos cuesta trabajo enfrentar, porque, muchos de esos problemas están en nuestra mente únicamente.
            El hombre de negocios,  símbolo de la avaricia, donde el dinero ya no es una necesidad, sino una adicción, una enfermedad. Es también el símbolo de una persona extremadamente ocupada en sus asuntos que deja de lado la posibilidad de vivir como humano. El farolero, polémico personaje, que no tiene ninguna aspiración en la vida. Vive sin alegrías, en una eterna monotonía,  dejándose llevar por lo que le plantea el destino y siguiendo sin preguntar la metódica rutina que hace que su vida sea vacía. Y el geógrafo, es una persona rodeada de libros y mapas. Representa a los teóricos, a las personas que tienen muchos conocimientos y poca práctica. Este personaje explicó al Principito el significado de la palabra “efímera” y le aconsejó visitar el planeta Tierra.
           Al llegar a la tierra descubre muchas otras flores hermosas, esto le entristece, ya que creyó que su flor era única, pero eso no importaba porque él quería regresar a su planeta al entender que, para él, su flor sí es única. Conoce al zorro, quien se deja domesticar por el Principito y lo hace reflexionar con la frase: “sólo se ve bien con el corazón, lo esencial es invisible a los ojos.”  Es un personaje importante en la obra. Le enseña al Principito aspectos de la vida, la amistad y los seres humanos.
            Después de contarle acerca de sus viajes al aviador, el Principito está determinado a regresar  a su planeta para estar con su flor. Por lo que, muy tristes, se despiden, y el aviador lo deja para ser mordido por la serpiente y poder llegar a su planeta.  La serpiente representa el lado misterioso de la vida, todo aquello que no comprendemos y era la vía que Principito tenía para regresar a su planeta.
            Además de estos personajes, es importante destacar lo que puede simbolizar la flor, ya que en la obra representa, por un lado, aquello que realmente amamos, por lo cual nos esforzamos y luchamos, y por otro, también puede simbolizar a las personas (o actitudes) que hieren a otros sin darse cuenta, pues solo están pensando en sí mismas. De igual manera, el aviador es un adulto que trata de “recuperar” su “niño interior” o, al menos, reflexiona acerca de eso. Y, el Principito es ese “niño interior”, es la inocencia, el idealismo, la pureza. A través de esta obra se nos enseña que debemos vivir según ideales, valores, principios, y no caer en el pragmatismo extremo y el materialismo en que comúnmente caemos los adultos.
            Este es un relato considerado como infantil, pero resulta ser una crítica de la adultez, en el que se tratan temas profundos como el sentido de la vida, la soledad, la amistad, el amor y la pérdida, aspectos de los cuales se infiere una gran lección, ya que como docentes debemos inspirar en los estudiantes valores y acciones optimistas, solidarias, de respeto. Fomentar en ellos nuevas perspectivas hacia la vida, ser un impulso para que sean personas que no se dejen llevar por las apariencias, ya que lo más importante está en el corazón y no es visible a nuestros ojos. La lectura del Principito nos invita a estar enfocados hacia el  futuro del mundo, a las nuevas generaciones y a reconocer que de nosotros (docentes, padres, familia) depende un futuro más honesto, integro, con valores, sincero, más humano y respetable.      

viernes, 12 de abril de 2019

Al poeta de la llanura


Todos  los calaboceños  estamos de fiesta por celebrar los 150 años del natalicio del poeta de la metáfora del paisaje llanero, médico de ideología ambientalista y patriótico: Dr. Francisco Lazo Martí. Este insigne hombre llanero, nació el 14 de marzo de 1869, en Calabozo, nuestra ciudad, centro de la llanura guariqueña y del territorio venezolano. Sus padres fueron Francisco Lazo y Margarita Martí. En esta misma población estudió primaria, bachillerato y cursó sus estudios de medicina en el Colegio de Primera Categoría y en Caracas recibió su título de Médico, a los 21 años de edad, el 21 de agosto de 1890.
En Lazo Martí, tal como lo expresó Tinoco (2001), se conjugan elementos que facilitan las convicciones del sentido de la realidad: la religión, el arte y la filosofía. La religión como certeza recibida, dada por Dios gratuitamente o a cambio de comportamientos que condicionan el libre albedrío. Lazo Martí recibió y adoptó creencias que maduraron con el tiempo y en cada cuerpo abierto con sus manos diestras de bisturí, encontraba a Dios, en el hombre-paciente. El arte que se refiere a una cosmovisión del hombre desde la cual interpreta la totalidad de la vida. Bajo esta concepción, Lazo Martí interpretó nuestro llano, sus faenas y costumbres. Y la filosofía, porque fue un filósofo que constantemente probaba su verdad, reforzaba sus ideales a partir de experiencias, evidencias y certezas. Él poseía la filosofía natural y piadosa de los que han sufrido en la vida.
Francisco Lazo Martí, enamorado de la llanura y sus encantos, ejerció su profesión, con gran misticismo, entre los pueblos de los llanos centrales, San Fernando de Apure, Puerto Nutrias, Zaraza, El Sombrero y su ciudad natal, Calabozo. Se entrega con fanática devoción, al cuidado y tratamiento de poblaciones agredidas por las endemias y epidemias de paludismo, tuberculosis, disenterías, parasitosis y hasta cólera, como le correspondió en Zaraza. Con la misma abnegación que la inmensa mayoría de médicos venezolanos han dedicado a la atención de los más humildes, llegando a apartados rincones de la geografía nacional; así;  Lazo Martí entregó sus mejores años de actividad profesional al servicio de sus coterráneos. Lamentablemente su vida fue muy breve, apenas 40 años; no obstante, pródiga en honestidad, sabiduría y altruismo. Un verdadero ejemplo para las nuevas generaciones. Su recuerdo se mantiene en nuestra mente y corazones  como llama encendida que ilumina la amplia llanura o como esplendido cocuyo que irrumpe la oscuridad y presta su luz para alumbrar el camino.
Su carácter filantrópico y amor patrio, lo atrae hacia el terreno de la política. Por lo que, en 1892 es redactor, en San Fernando de Apure, del periódico El Legalista, en cuyas columnas hace campaña contra el continuismo del Presidente Raimundo Andueza Palacio, a quien derroca el General Joaquín Crespo, cabeza de la llamada Revolución Legalista. El triunfo de los legalistas no representó para Lazo Martí oportunidad para escalar posiciones o solicitar recompensas. Prefiere internarse en dos pueblos barineses, Puerto Nutrias y Soledad, en los que permanece cuatro años (1893-1897), en ejercicio de su profesión.
En 1897 regresa a Calabozo y se casa con Francisca Rodríguez, su novia de la infancia. Pero, en 1900, Panchita presenta síntomas de tuberculosis. Lazo la lleva a un hato llamado "El Tapiz", vecino de Calabozo. En esta ciudad el poeta dicta clases de literatura en el Colegio de Primera Categoría, y es, además, Sub-Director del plantel. Concluidas las labores docentes va a reunirse con su esposa. Juntos emprenden pequeñas caminatas a favor de la brisa vespertina y contemplan el atardecer. La enfermedad de su esposa no cede y  Panchita fallece en el año 1903.
Por la misma época en que empeora la salud de su esposa, Lazo se ve comprometido en una nueva empresa subversiva, la Revolución Libertadora que encabeza el Gral. Manuel Antonio Matos contra el General Cipriano Castro. A través de expresiones simbólicas, Lazo Martí introducirá en la Silva Criolla su repudio al régimen que entonces se iniciaba. Previamente había escrito otro órgano periodístico: “El voto directo” en solidaridad con Ignacio Andrade y en colaboración con Pablo Landaeta. Fracasado el intento de Matos, Lazo Martí se oculta por algún tiempo en Calabozo. Cuando Castro desarrolla su política de pacificación y reconciliación nacional, Lazo Martí abandona el activismo opositor y ratifica sus ideas de paz, de combate a las enfermedades y al analfabetismo, proclamando su principio de que la cultura y la educación del pueblo son los únicos caminos para el mejoramiento de su condición social.
A fines de 1904 vuelve a Puerto Nutrias, donde lleva una vida discreta . En 1905, el amor toca nuevamente sus puertas y se casa con Veturia Velazco. Por estos tiempos ha venido cumpliéndose en Lazo Martí un interesante proceso anímico. Sus sentimientos religiosos y sus conocimientos científicos se disputan la explicación de los misterios de la vida y de la muerte. Por sus escritos, se sabe que el poeta padecía de insomnio. Por eso la noche aparece en todos sus poemas como algo cruel, siniestro, pavoroso:
Noche de insomnio cruel, /   al fin terminas!   /  Del mar ignoto en el azul remanso  /  asoman ya las velas purpurinas.  /   Empiezan para mí las del descanso  /  horas deseadas con afán y pena./ El torpe corazón dócil y manso  /    acaricia impotente su cadena.
Era, pues, hacia el amanecer, cuando el poeta lograba el sueño. Ante su desvelo, la incógnita de una naturaleza que muere y resucita eternamente. La vida que renace está efectivamente en el retoño, en el corazón que palpita, en el ave que canta. Pero, ¿quién la da y quién la quita, y por qué y para qué? No hay respuestas claras. Vivir es ignorar y es angustiarse ante el misterio. Por eso para él, es preferible la inocencia del niño que todo lo desconoce:
No sabe el corazón por qué palpita,   /  ni el ave por qué canta, ni la estrella /  por qué alumbra la bóveda infinita.  /  Oculta fuente luminosa y bella, /  la vida, sin dolor ni pena alguna, /  palpita o canta, o como sol destella.  /  Vivir es ignorar! Si de la cuna  /  suspiras por la angélica fragancia:  /  si vuelves a ser niño, de fortuna  /  pide que nunca muera tu ignorancia! 
Estamos ante un poeta a quien mortifican serios interrogantes; un poeta que dice de sí mismo que está "luchando en vano entre misterio y duda", mientras "el alma enferma y el corazón vacila". Un poeta que se ve envuelto por una doble oscuridad: las sombras nocturnas y sus incertidumbres. En tales condiciones anímicas, todo cuanto emite alguna luz constituye un sedante para el espíritu atormentado. Por ejemplo, el cocuyo que se convierte en el símbolo de una esperanza cuando el poeta desea que alguna luz como la suya, no importa cuán pequeña, alumbre el camino del alma hacia los reinos del más allá:
Tu fanal es virtud! El fanal tuyo /  te libra de mancharte en el pantano,  /  oh rondador, espléndido cocuyo!   /  Del tenebroso imperio soberano,  / 
a tu luz se incorpora para verte   /    la nube que dormita sobre el llano.  /  Vivir para alumbrar, esa es tu suerte!  /  Guiar por la tiniebla, es tu destino!  /   Acudir sigiloso a nuestra muerte /  y prestarnos tu luz para el camino!
Esta utilización de elementos de la naturaleza llanera para simbolizar su atormentada crisis interior, se encuentra en pasajes fundamentales de la Silva Criolla. Por tal motivo, este poema expresa inquietudes universales y eternas que van más allá del simple registro objetivo del paisaje. Esto fue demostrado ampliamente por la intuición y la sabiduría crítica de Edoardo Crema.
 Desde Puerto Nutrias, Lazo Martí fue llevado a Calabozo (1907), enfermo de hemiplejia. Dos años después, fue trasladado a Caracas en busca de alivio para su mal. De Caracas pasó a Maiquetía y se enfrentó al gran espectáculo del mar. Todavía tuvo ánimos para escribir este excelente serventesio:
Has llegado, mortal! Mira callado /  lo que llaman los hombres maravilla! /  Adora este coloso encadenado  /   que viene a suspirar sobre la orilla!
Lazo Martí, como el mar, había llegado también a la orilla, encadenados sus músculos por la parálisis. El 9 de agosto de 1909,  falleció a consecuencia de una apoplejía cerebral.
En lo que respecta a su obra literaria, no es muy extensa. Lazo la fue dejando en efímeros periódicos de provincia, o en originales manuscritos que confiaba al cuidado de amigos íntimos. Su entrañable amor por la patria y el apacible paisaje de los llanos, signaron su producción artística. La Silva Criolla es su poema de mayor extensión y el más cuidadosamente elaborado (1ª versión en 1901, contenía 290 versos / Versión más difundida de la Silva Criolla a un bardo amigo, conocida también como Manuscrito de Nutrias, 1907, contiene 368 versos). En esta composición poética, Lazo conjuga algunos rasgos de su vida sentimental, de sus dudas espirituales y de las ideas políticas. Están, igualmente, plasmadas las evidencias de su conocimiento del paisaje y de las costumbres llaneras; así como las vivencias y el recuerdo de la primera esposa. Y sirviéndose de imágenes de la tierra, aparecen algunas de sus inquietudes espirituales relacionadas con el misterio de la vida y de la muerte.
La Silva criolla fue dedicada por Lazo Martí “a un bardo amigo”. A este poeta que se fue para la ciudad, Lazo lo exhorta para que regrese a los llanos, mostrándole de forma magistralmente hermosa, las razones de su pedido: la nostalgia  que sufre  quien se ausenta de su tierra natal, el peligro de verse humillado ante los poderosos, la ciudad corruptora, el decoro personal vendido al mejor postor. En esta solicitud, el poeta muestra una concepción ética de la vida, la exaltación del campo, el repudio a la ciudad como espacio maligno y la contemplación del paisaje, el agro y la flora. Temas inspiradores que marcaron durante años la narrativa y la poesía venezolana, donde se contrasta la ciudad corrupta y la generosidad del campo. La Silva Criolla impulsó, sin duda, ese sentimiento convertido en movimiento literario, que contribuyó, entre finales del siglo XIX y comienzos del XX, a hacer del llano un espacio simbólico en Venezuela.
La Silva criolla constituye una obra del criollismo en poesía. Está formada por once cantos autónomos ordenados todos ellos de forma “armoniosa y unificada estructura formal y temática” como indican Oscar Sambrano Urdaneta y Domingo Miliani, discípulos de Crema. El poema tiene, como lo dicen los mismos críticos, cinco temas. Estos son: a) ideario político-social y ético, que llenan las estancias I y VII; b) el paisaje llanero; c) el hombre del llano y sus faenas; d) la melancolía; e) la duda metafísica, que vemos en las estrofas VIII,IX y X. La estancia octava es considerada por estos estudiosos como la mejor de toda la Silva criolla. En ella es evidente una cuidadosa elaboración estética.
En el poema, escrito en versos heptasílabos y endecasílabos, el poeta pide el retorno al lugar nativo. Y lo hace con hondo sentimiento por la tierra. Pide volver al terruño y dedicarse al trabajo, ya que para él: “Florecer es amar”. Pide retornar,  ”ven de nuevo a tus pampas”, es decir al llano, porque para él es necesario huir del mal que habita en la ciudad y retornar al bien que está en el campo, en la sabana y sus lejanías; donde conviven, en forma cadenciosa, la garza de rosado plumaje, la mariposa de vuelo impredecible, delicado pero firme, el mugido de la vaca madrinera, el bramar del toro padrote, la copla del llanero, arreador y jadeador, el vuelo del gavilán primito, del gavilán colorao, el nervioso comportamiento del cardenalito, el salto elegante y preciso del venado, el concierto de las chicharras, el oscuro rumor de las colmenas, el vuelo del turpial, del carpintero, de las garzas llaneras cenicientas o blancas y el encantador  canto de la paraulata…
Con ricas y variadas imágenes multisensoriales, Lazo Martí hizo cuanto un poeta podía hacer con aquella materia prima. Nació en las llanuras venezolanas y las recorrió a pie y a caballo en incontables ocasiones. En los meses de plena floración. Bajo los soles del verano que todo lo propician para el trágico incendio. En los tiempos lluviosos, cuando los ríos se desbordan y la muerte emana del agua. Las contempló a la luz del amanecer, al mediodía, en el ocaso, en la inmensa noche sabanera. Estuvo entre sus matorrales, entre sus arbustos, bajo sus árboles. Emplea un procedimiento estético en el que las imágenes dejan de ser representaciones del mundo objetivo, para connotar la visión que el poeta tiene de ese mundo, puesto que ya no intenta expresarlo tal como es, sino tal como lo ve y lo siente.
            La Silva criolla es un canto simbólico a la Naturaleza. Como lo ha señalado José Ramón Medina, el valor principal de la obra lazomartiana, su “mérito singular….es el de haber descubierto y dado vigencia a una forma de poesía, mejor a una corriente de poesía, que ponía de relieve, en primer plano, los valores autóctonos de una cierta realidad nacional: los de la naturaleza llanera. Es él…quien da nacimiento al nativismo, ese vigoroso tronco de nuestra lírica”. En su obra se encuentra un pensamiento que busca preservar, cuidar, proteger y exaltar a la naturaleza llanera.
Nos dejó, además de su Silva Criolla, poemas tan bellos como Crepusculares, primicia de su musa de adolescente. Sabanerito que era el recuerdo que el poeta dejaría a Calabozo, Patria la Mestiza, donde enuncia la sagrada herencia que nos legaron nuestros padres libertadores. Hojas de Hiedra, donde se refiere a la hiedra como símbolo  de la fidelidad y la dedica a su amigo, Carlos Segundo Madera,  El Coleador, El Cantador, El Sembrador, El Ordeñador, El Tumbador,  donde marca su destacado esplendor nativista. En Veguera,  Flor de Pascua, El Invierno, Melancolía, La Canción de las Olas y Consuelo, el poeta demuestra la pujanza y el alto ascenso en su valoración del paisaje y el amor  por lo autóctono.
            Francisco Lazo Martí fue hombre de espíritu sensible y abierto a los mensajes del  llano, de su tierra; un médico humanitario y, además, un caballero de noble y brillante lucha política. Un gran poeta, quien en sus andanzas en contacto directo e íntima sensación con su tierra y su pueblo, recoge y atesora todo el paisaje campestre, la influencia telúrica y el alma cósmica del llano, para dar a la patria un ejemplo de ilustre ciudadano, que convirtió lo local en un valor universal. Un poeta que define al llano como una ola que ha caído y al cielo como una ola que no cae, en medio de las cuales existe una naturaleza que eternamente nace, lucha por subsistir y muere para renacer…