miércoles, 16 de diciembre de 2020

Videos educativos: una alternativa para la mediación formativa

En la actualidad es posible apreciar que la tecnología ha cambiado la manera en que las personas realizan muchas de las labores cotidianas, optimizando tiempo y recursos para hacerlas cada vez más sencillas y eficientes. Un ejemplo claro de ello es la interacción en línea entre las personas, así como la búsqueda y el manejo de información, lo cual ha beneficiado el intercambio de ideas y de contenidos útiles en la vida diaria; a través de las herramientas digitales basadas en Tecnologías de la información y de la Comunicación (TIC), tales como: blogs, redes sociales, sitios o páginas de Internet.

El ámbito educativo también se ha visto influenciado por  los avances tecnológicos, por ello; considerando que las actuales generaciones se encuentran cada vez más familiarizadas con el uso de nuevas herramientas electrónicas y la nueva realidad social que enfrentamos en medio de la pandemia; a los docentes nos  corresponde asumir el reto y aprovechar todo ese potencial tecnológico a nuestro favor. Sobre este particular, parafraseando a Dubois y Cortés (2005), quienes opinan que la tecnología no puede entenderse si se analiza en forma aislada de los procesos de interacción social, y afirman que los dispositivos electrónicos contemporáneos, así como las TIC, no deben ser percibidos sólo como soportes técnicos de las actividades cotidianas, pues representan nuevos lenguajes para el entendimiento humano, útiles para compartir y generar experiencias de aprendizaje, produciendo nuevos procesos y problemas educativos que merecen ser estudiados.

En este sentido, desde las unidades curriculares que nos corresponden facilitar, podemos implementar medios innovadores y atractivos para los estudiantes (dada su estrecha relación con el uso de herramientas tecnológicas), y comprobar su impacto en el desempeño académico, la motivación y el grado de satisfacción que puedan alcanzar, si ponemos en práctica este tipo de estrategias.  Entre las distintas herramientas que podemos utilizar figuran los videos. Las funciones del vídeo en el contexto educativo dependen de su naturaleza bidireccional y autosuficiencia a la hora de generar mensajes. Así, se puede utilizar como transmisor de información, como medio para aprender, como herramienta de evaluación de aprendizajes y habilidades o como instrumento de investigación. El video en el ámbito educativo tiene diversidad de usos.

De acuerdo con Salomón (1997), lo relevante del vídeo como elemento de enseñanza tiene que ver más con “los sistemas simbólicos que desarrolla y con la interacción cognitiva del estudiante”. Es una herramienta audiovisual muy potente, que puede servirnos a la hora de activar y construir significados. En la experiencia que me permitió poner en práctica el video educativo, la orientación que se le dio al diseño y producción tuvo que ver con su función esencial de instrumento de adquisición de conocimiento, con la idea de aclarar conceptos y realizar una síntesis de ideas esenciales en la asignatura.  Además, se buscó reforzar el material de lectura, mejorar la comprensión, proporcionar una mejor integración de distintos estilos de aprendizaje y  aumentar la motivación y el entusiasmo de los estudiantes.

Es importante destacar que, en determinadas circunstancias; el video, además de ser un buen medio para transmitir información en poco tiempo, multiplica el efecto del aprendizaje de manera exponencial; ayuda a que éste sea más motivador y significativo. Eso no significa desdeñar ni despreciar la lectura, ya que es una habilidad muy importante que no hay que dejar de lado y con el que hay que trabajar en conjunto. Es de destacar que el potencial que nos ofrece internet y los recursos móviles es enorme, sobre todo en estos tiempos; estos medios están al alcance de los estudiantes en casi todo momento y lugar; y brindan contenidos que pueden ayudarnos en la formación. El acceso a estos videos permite además la individualización,  puesto que  los estudiantes pueden ver el video a su ritmo, deteniéndose y repitiendo las veces que necesiten y apoyándose en la lectura y el material adicional como esquemas y gráficos, según su estilo de aprendizaje.

Es así como, en esta oportunidad deseo compartir la utilidad de los videos educativos como alternativa de mediación formativa en la Unidad Curricular Lengua y Literatura I, para el desarrollo de contenidos que no son muy llamativos o representan cierta dificultad para los estudiantes, a los fines de facilitarlos y lograr que los estudiantes se motiven, revisen con anticipación, a su ritmo, los temas a discutir, sean más participativos durante la clase, aclaren sus dudas y alcancen un aprendizaje significativo.  La idea que subyace detrás de esta forma de enseñanza en la que se incorpora el vídeo es que el estudiante pueda ver las explicaciones tantas veces como quiera en su casa, rebobinar, detenerse o ir hacia delante. El video en referencia está disponible en:

https://www.youtube.com/watch?v=8Ob34YAz224

Por tanto, el llamado es a dejar de calificar y de utilizar a Internet y a los sitios web como un simple medio de entretenimiento, un pasatiempo o, incluso, como una amenaza para los jóvenes, y emprender la tarea de diseñar estrategias de enseñanza que permitan aprovechar al máximo su potencial en el ámbito educativo, ganando con ello la posibilidad de atender a los estudiantes más allá del espacio físico limitado en cada aula, optimizando el tiempo de cada jornada académica y evaluando la efectividad  de las diversas alternativas, aplicaciones y programas que puedan contribuir en el mejoramiento de la calidad educativa.

Referencias

Dubois, A. y Cortés, J. (2005). Nuevas tecnologías de la educación para el desarrollo humano.  [Libro digital]. Disponible en: https://biblio.flacsoandes.edu.ec/shared/biblio_view.php?bibid=142742&tab=opac

 

Salomón, J. (1997). La ciencia y la tecnología modernas. En Salomón, Sagasti y Sachs (comp.). La búsqueda incierta: Ciencia, Tecnología y Desarrollo, México: FCE. 

martes, 17 de noviembre de 2020

El lenguaje: comunicación y cosmovisión personal

 

El ser humano es un ser social por naturaleza. Desde que nace necesita interrelacionarse, vivir en sociedad, coexistir con la familia, como primer escenario social que brinda los cuidados en nuestros primeros años de vida, además de un hogar y abrigo, entre otras cosas básicas. Es también donde se inicia la formación, lo que requiere del uso de la comunicación primaria, que posteriormente, producto de un proceso evolutivo, dará origen a las primeras palabras.

La utilización de las palabras, entonces, nos ayuda a poder comunicarnos de la mejor manera posible con otros individuos así como también recibir mensajes dirigidos a una cantidad inespecífica de receptores; por ejemplo: los medios gráficos; al leer una revista, un periódico o un libro o cuando nos comunicamos a través de gestos. En este sentido, el lenguaje humano es mucho más complejo y amplio. Sobre estas particularidades del lenguaje, Leech (1985) sostiene que:

Lenguaje es mucho más que un instrumento de comunicación: “es el medio por el que interpretamos nuestro entorno, por el que clasificamos o «conceptualizamos» nuestras experiencias y por el que podemos estructurar la realidad con el fin de utilizar lo que ya hemos observado para el aprendizaje y el conocimiento presente y futuro” (p. 46).

 

Al respecto, hay que considerar que la lengua no sólo pone de manifiesto la forma de vida de los que la hablan, sino que expresa también otros niveles de la vida de los hablantes, más profundos, y que se relacionan con lo que denominamos cosmovisiones, o formas  de entender, comprender y explicar el mundo en el que vivimos; y esto es peculiar de cada sociedad, de cada cultura.

La palabra, en tanto patrimonio de todos, no pertenece a nadie, aunque según el ensayista francés Montaigne “Es mitad de quien la pronuncia y mitad de quien la escucha”. Las palabras que pronunciamos o escribimos nos delatan, es decir; a través de las palabras que pronunciamos mostramos una mayor carga informativa que simplemente el mensaje literal que emitimos. El filósofo Séneca decía: “Háblame para que yo te conozca”; una frase célebre que encierra la idea de considerar al lenguaje un medio de comunicación que entreteje una variada y amplia gama de información del hablante.

Siendo así, la lengua no solo contribuye con la emisión de mensajes entre personas, sino que expresa a su vez esa forma de vida, tanto en los términos de quien la usa, como en expresiones o formas de estructurar determinadas experiencias. A través del lenguaje construimos nuestros modelos mentales de cómo funciona el mundo, de cómo lo entendemos, de cómo lo interpretamos y de cómo respondemos ante las cosas. Las palabras mandan información al cerebro, esta información provoca en nosotros emociones y pensamientos que traducimos a la manera de comportarnos con nosotros mismos y con los demás. La influencia de las palabras en nuestra vida diaria es enorme debido a su fuerza y poder: una palabra al ser expresada actúa como una pequeña semilla que genera vida, convirtiéndose en energía pura que atraerá una acción o suceso.

Esto equivaldría a decir que nosotros podemos atraer el futuro de cosas buenas o malas que pueden sucedernos a través de nuestras palabras y pensamientos. Nuestros pensamientos y nuestras palabras determinan nuestra actitud y acciones, y por lo tanto, nuestras experiencias.  Del mismo modo, al hablar podemos construir o destruir, propiciar o anular los sueños de alguna persona (muchas veces sin querer o sin darnos cuenta). Es por ello, que debemos pensar antes de hablar, porque nuestras palabras deben siempre edificar, estimular, apoyar, dar consuelo y esperanza, o expresar concordia.  

En reciprocidad con estas ideas,  la Fundación española César Egido Serrano (FeCES), ante el edificio de la ONU en Nueva York, proclamó en un manifiesto, a aceptar el 23 de noviembre como Día Internacional de la Palabra como Vínculo de la Humanidad, coincidiendo con la fecha en la que se inauguró el Museo de la Palabra (Toledo-España), apoyada por numerosos países e Instituciones. A esta idea se pueden adherir asociaciones, instituciones y personas en particular que consideren la palabra como herramienta fundamental para erradicar la violencia y como vínculo de la humanidad. Este manifiesto invita a convertir la palabra en un medio de comunicación sin estridencias ni agravios. Es una interesante iniciativa que redunda en favor de la ciudadanía, para unir voluntades y contribuir a que se respeten los derechos fundamentales de las personas.

Es importante tomar en cuenta estas propuestas, las cuales son evidencias de que el lenguaje contiene implícito algo más completo, no es sólo signos lingüísticos; es un modo de entender, explicar y conocer lo que nos rodea; es decir, es una forma de entender lo que hay a nuestro alrededor, sean cuestiones trascendentales o la cotidianidad que nos envuelve, y que a su vez nos diferencia y también a veces nos separa de los que hablan otras lenguas. Por tanto, cuando se aprende o se enseña una lengua no sólo se transmiten signos con los que se identifican las cosas, sino formas de pensar, valores y creencias.

Es por estas razones que debemos hablar expresando y promoviendo situaciones positivas, porque las palabras tienen un poder muy significativo de influencia y unidas con nuestros pensamientos, son los que crean nuestras circunstancias, y ellas son las que definen nuestra vida;  además, como docentes, proyectamos esas energías a nuestros estudiantes ¿Alguna vez les ha pasado estar en medio de una conversación con un amigo(a), familiar, compañero(a) de trabajo y una palabra mal expresada origina una discusión?  Esto nos lleva a pensar en el poder que tienen las palabras, cuando estas pueden construir o destruir. Si decimos las palabras adecuadas en el momento oportuno, podemos levantar el ánimo si estamos decaídos, solucionar  un conflicto, mostrar apoyo a los demás, etc. En definitiva, sembremos con palabras lo que con fuerza deseamos proyectar y cosechar, esa es la clave del éxito comunicativo.

 

Referencias

Fundación César Egido Serrano (FeCES). (s/f). La palabra como vínculo de humanidad. [Documento en Línea]. Disponible en: https://www.fundacioncesaregidoserrano.com/es/newsletters/listid-2/mailid-85-museo-de-la-palabra

 

Leech, G. (1985). Semántica. Madrid: Alianza Universidad.

martes, 6 de octubre de 2020

Disoñar una nueva Venezuela. Por: Antonio Pérez Esclarín

Hoy más que nunca, y precisamente porque a  millones de venezolanos se nos niega la posibilidad de una vida digna;  la  esperanza y el compromiso son cada vez más  necesarios y urgentes.
 
El Derecho a soñar no aparece en la Declaración de los Derechos Humanos, pero sin este derecho y sin el agua que da de beber a los otros, todos los demás derechos se morirían de sed. Soñemos que es posible una Venezuela reconciliada y próspera, sin represión y sin  miseria, con un Gobierno democrático elegido mediante elecciones justas y transparentes,  que cumpla y haga cumplir la Constitución y las leyes;  y convirtamos  el  sueño en compromiso, en  proyecto de vida, al que dediquemos nuestros esfuerzos  y luchas. Por ello,  “disoñemos”  una nueva Venezuela, es decir, soñémosla y diseñémosla al mismo tiempo, en una única acción. El sueño, sin proyecto, sin acción comprometida, es pura ilusión. Pero el proyecto sin sueño, sin pasión,  sin capacidad de emocionar,  no moviliza.  En palabras de Paulo Freire, “Si realmente logramos creer en lo imposible, si logramos multiplicar personas  que crean en lo imposible, lo imposible de ayer y de hoy será la realidad de mañana, la realidad de los sueños realizados”.

Aceptar el sueño de una nueva Venezuela y adherirse a él, es  participar en el proceso de su  creación. Perder la capacidad de soñar y de sorprenderse es perder el derecho a actuar como ciudadanos, como autores y actores de los cambios necesarios en el ámbito político, económico, social y cultural. Por eso, los ciudadanos  genuinos  defendemos con tesón y con pasión el valor de la esperanza, que se arraiga en la fe en el hombre y en la mujer como sujetos de la historia y no renunciamos a soñar y a trabajar por  un país en el que, como  decía Paulo Freire, “la paz se asiente sobre la justicia, un país en  el que nadie  domine  a nadie, nadie robe a nadie, nadie discrimine a nadie, sin ser castigado legalmente. Un país profundamente democrático que garantice los derechos de todos y celebre la diversidad como riqueza.  Un país en el que el poder y la política  se asienten sobre la ética, pues su tarea es  garantizar las libertades, los derechos y los deberes, la justicia y la equidad”.
 
Por ello, frente al “Pienso, luego existo” de Descartes y  el “Conquisto, luego soy” de Hernán Cortés, que expresan la dinámica de la modernidad; o  el “Compro, luego existo”,   “Consumo, luego soy”, fundamentos de la postmodernidad,  levantamos  un valiente “Sueño y me comprometo, luego soy” de la esperanza activa. Ser humano significa tener esperanza, que es el nervio de la felicidad.
 
La esperanza, como  expresaba Ernst Bloch impide la angustia y el desaliento, pone alas a la voluntad. Sin esperanza, languidece el entusiasmo, se apagan las ganas de vivir y  luchar. Pero necesitamos educar la esperanza para superar  la ingenuidad y evitar que resbale en la desesperanza y la desesperación. Esperanza que implica la creatividad para inventar  nuevas propuestas y caminos, para superar el acomodo y la mediocridad, para no esperar que otros nos resuelvan los  problemas.   Esperanza tenaz, que no se rinde, y cultiva  el esfuerzo, la osadía, la innovación. Esperanza que se alimenta de los pequeños logros alcanzados, pero que implica seguir trabajando  con coraje y con paciencia,  compartiendo los sufrimientos y luchas  del pueblo.  Anatole France decía que “Nunca se da tanto como cuando se da esperanza”, y no hay peor ladrón que el que roba los sueños.

pesclarin@gmail.com
@pesclarin
www.antonioperezesclarin.com 

sábado, 3 de octubre de 2020

“La mejor edad de la vida es estar vivo”

 

Como un homenaje póstumo dedicado a Joaquín Salvador Lavado Tejón, conocido como Quino, (17-07-1932 / 30-09-2020), escribo estas líneas para resaltar una de sus creaciones más difundidas a nivel global, como es el personaje de historietas más famoso de Argentina, caracterizado por una niña inquieta, inteligente, irónica, inconformista, sensible y preguntona, llamada Mafalda. Estas historietas fueron publicadas entre los años 1964 y 1973,  alcanzando un gran renombre y vigencia, debido a que Quino, con su peculiar sentido del humor,  imprimió en Mafalda la crítica social perspicaz, inteligente y siempre actualizada, que cuestiona todo y a todos.  

Mafalda es una niña inocente, con su familia: Joaquín, Raquel y Guille, y sus amigos Susanita, Manolito, Felipe, Miguelito y Libertad, que Quino magistralmente utiliza para reflexionar acerca de la política, la economía y la sociedad en general, siempre con un toque de humor. A la pequeña Mafalda le gustan los Beatles, el Pájaro Loco, ama a la democracia, a los derechos de los niños, a la lectura, a la paz y a los panqueques. Pero, odia a James Bond, a las armas, a la guerra y no le gusta la sopa. Además, sueña con “arreglar” el mundo. Mafalda fue llevada a más de 30 países y se convirtió en la cara de diversas campañas publicitarias, postales y estampillas. Ha sido homenajeada en decenas de exposiciones en Argentina y en el extranjero. Su vigencia es un gran reconocimiento a la calidad del trabajo de Quino y al carisma de los personajes que creó, con quienes simbolizó al mundo, su filosofía y su cultura.

Quino también le dio vida a centenares de personajes anónimos en sus más de 60 años de trayectoria.  Siempre manteniendo una dosis de humor ácido, satirizó los absurdos del mundo moderno,  la  burocracia y  las instituciones  inútiles, la política y las relaciones de poder,  la  hipocresía  de  la  gente,  las desigualdades  sociales, la degradación ambiental, el sexo y la vida conyugal, entre muchos otros temas. Entre los principales libros de humor de Joaquín Lavado, se encuentran: Bien, gracias, ¿y usted? (1976),  Déjenme inventar (1983),  Quinoterapia (1985),  Gente en su sitio (1986),  Sí, cariño (1987),  Potentes, prepotentes e impotentes (1989),  Humano se nace (1991),  ¡Yo no fui! (1994),  ¡Qué mala es la gente! (1996),  ¡Cuánta bondad! (1999)  y  ¡Qué presente impresentable! (2005).

Frases emblemáticas y preguntas reflexivas,  nos hicieron retumbar los sentidos a muchos de los que leímos a Mafalda y todavía nos gusta leerla, una muestra de ellas son las siguientes:

1.      La vida es linda, lo malo es que muchos confunden linda con fácil.

2.      No es que no haya bondad, lo que pasa es que está de incógnito.

3.      El problema es que hay más gente interesada que gente interesante.

4.      ¡Paren el mundo, que me quiero bajar!

5.      Lo ideal sería tener el corazón en la cabeza y el cerebro en el pecho. Así pensaríamos con amor y amaríamos con sabiduría.

6.      Tenemos hombres de principios, lástima que nunca los dejen pasar del principio.

7.      ¿Y no será que en este mundo hay cada vez más gente y menos personas?

8.      El problema de las mentes cerradas es que siempre tienen la boca abierta.

9.      Lo malo de la gran familia humana es que todos quieren ser el padre.

10.  Como siempre: lo urgente no deja tiempo para lo importante

Así como éstas, otra gran cantidad de interrogantes que llevan a la reflexión y nos permiten cuestionar nuestra cotidianidad, que muchas veces creemos encausada en la realidad, pero una realidad que, en ocasiones, nos aleja de lo verdaderamente real.

En esta ocasión, Quino, “como padre de la creación”,  no quiso arruinar el cumpleaños 56 de la primera publicación de Mafalda, y se ausenta de este mundo solamente de forma física, porque  su pensamiento, su humor y la manera de llamar la atención acerca de los misterios de la humanidad, están presentes en el día a día de las personas y de las relaciones sociales.

Para finalizar este sencillo homenaje, retomo a Mafalda con esta interrogante “¿Que importan los años? Lo que realmente importa es comprobar que al fin de cuentas la mejor edad de la vida es estar vivo”.  Esta reflexión nos impulsa a pensar que no existe una edad que sea mejor que otra. La vida nos ofrece la oportunidad de saborear los dulzores del amor, del amanecer, del anochecer, de reír, de pasear, de conocer, de soñar, de vivir…  Estar vivo, en plenitud, en equilibrio con nosotros mismos, es lo mejor de la vida… Y eso debe formar parte de nuestra personalidad; esa es la actitud… Además, debemos apreciar que Quino no falleció, que todavía está en esa  sobresaliente edad que significa estar vivo en el recuerdo de todos sus lectores, admiradores, amigos y familiares. Mafalda podría pensar que se bajó de este planeta y está en búsqueda de un planeta más humano, con respuestas lógicas a sus incertidumbres, donde lo importante sea vivir.

Mafalda…

 

Primera edición:   29 de septiembre de 1964, en la revista Leoplán

Última edición:    25 de junio de 1973, en el semanario Siete Días Ilustrados

 

“No ando despeinada sino que mis cabellos tienen
 libertad de expresión”.



miércoles, 9 de septiembre de 2020

Ideas sobre la marcha

La pandemia nos ha llevado a redefinir nuestra forma habitual de impartir clases. De forma inesperada, los docentes, que no nos hemos formado en el manejo de las TIC, tuvimos que reconfigurarnos, con la finalidad de continuar atendiendo a nuestros estudiantes para garantizarles la prosecución de sus estudios. Este distanciamiento social, particularmente, se presentó cuando estábamos desarrollando el segundo lapso del año académico; es decir, en plena acción, dejándonos atónitos ante la nueva realidad que teníamos que asumir inmediatamente.

Fue frustrante; muy abrumador para muchos de nosotros por el desconocimiento de la tecnología y se tornó saturador el hecho de recibir cantidades de mensajes de los estudiantes que también estaban desconcertados por la situación; sin embargo, apoyándonos del correo electrónico, de los mensajes de texto, los audios, llamadas, infografías y videollamadas a través de Whatsapp, pudimos reanimarnos y echar a andar el año. Con muchos tropiezos, desconexiones, falta de electricidad y de megas, nos interconectamos para darle curso a los procesos de enseñanza, de aprendizaje, de autoaprendizaje y de autocontrol emocional. 

Ahora las clases son distintas debido a la no presencialidad y al uso indispensable de las tecnologías. Requieren de mayor planificación y anticipación. No obstante, la estructuración ha seguido el orden que conocemos: antes, durante y después. En cada uno de estos estadios debemos prever lo que haremos los docentes y qué harán los estudiantes, los materiales a utilizar, las herramientas tecnológicas necesarias que seleccionaremos para comunicarnos y para hacer llegar la información. En el antes es importante que anticipadamente se den los contenidos que van a estudiarse (lecturas, infografías, presentaciones, audios, videos), esto con el fin de que durante la clase se pueda tener un intercambio más cercano, para despejar dudas, hacer ejercicios; interactuar de manera más activa. Debemos tener en cuenta que las actividades a desarrollar por parte de los estudiantes no deben ser excesivas, puesto que ellos están realizando este tipo de trabajos de otras áreas de aprendizaje. 

Igualmente, no debemos exceder en el tiempo de los videos ni en el tiempo de las videoconferencias. Pueden intercalarse diapositivas con audios explicativos o conectarse en vivo entre las infografías para responder dudas. Al finalizar, debe dejarse claro lo que harán los estudiantes, cómo harán llegar sus actividades y por cual vía conectarse si surgen interrogantes. De igual modo, hacerles saber los criterios de evaluación que van a considerarse para cada ejercicio, utilizando rúbricas o listas de cotejo con el propósito de ser objetivos y que los educandos sepan cómo serán evaluados. Es preponderante que se sientan acompañados en esta nueva modalidad y que exista esa constante comunicación entre todos.

Creo que todavía estamos dando pininos en cuanto a la implementación del pensum de estudios a distancia, utilizando las tecnologías. La formación del profesorado es crucial, así como también la inducción de los estudiantes; y algo que no puede seguir esperando es la adecuación del pensum de estudios presencial a la modalidad a distancia. También sería propicio que la institución creara una plataforma digital, ambiente web o aplicación con sello institucional unergista, amigable, gratuita, de fácil acceso, a través del cual docentes y estudiantes pudiéramos comunicarnos en nuestras clases virtuales. Un espacio virtual completo, amplio y de alto nivel, donde aprendamos habilidades tecnológicas; donde encontremos tutoriales para formarnos en el uso de herramientas web, vídeos documentales, biblioteca digital, que funcione como plataforma para videoconferencias, con pizarras virtuales, con funciones que permitan crear clases dinámicas y atractivas, atención en línea, redes de interés. Para ello, también debe preverse la infraestructura tecnológica acorde, la dotación de equipos; en fin, la puesta en práctica de políticas que permitan llevar a cabo estas y otras propuestas para dinamizar el proceso formativo en nuestra alma mater. 



jueves, 2 de julio de 2020

El teléfono inteligente como herramienta de apoyo para la enseñanza y el aprendizaje

El fenómeno de la tecnología celular en los últimos años ha tenido un acelerado crecimiento y una amplia aceptación, debido a su gran capacidad de comunicación, procesamiento y almacenamiento, al manejo de contenidos multimedia y a la facilidad para integrarse a redes inalámbricas. En la familia, en el trabajo, entre nuestras amistades, en la escuela y en la universidad, podemos ver que el teléfono inteligente se ha ganado un espacio privilegiado. 

Esta tecnología de comunicación nos ha abierto un abanico inimaginable de oportunidades en el ámbito educativo y se ha convertido en la herramienta aliada de docentes y estudiantes, para hacerle frente al Covid 19, desde nuestras casas,  manteniendo el aislamiento social, pero comunicándonos en cualquier momento.

De acuerdo con investigaciones, el uso del teléfono celular en el aula de clases era considerado como un distractor educativo, no obstante, respecto a la realidad actual, este dispositivo nos ofrece aplicaciones susceptibles de apoyar cualquier modalidad educativa, en especial cuando se trata de educación a distancia. Por la riqueza potencial que brinda como herramienta pedagógica, diversos autores han aportado elementos teóricos que le abonan a una caracterización del proceso educativo con mediación de dispositivos celulares. Entre ellos, Brown (2005), quien considera que el proceso de aprendizaje de los individuos con mediación de dispositivos portátiles, es una actividad relacionada directamente con el manejo de información y la comunicación disponibles. 

Para este autor, el éxito de este proceso se alcanza cuando los individuos son capaces de resolver problemas contextualizados en su vida real, de comunicar la información y conocimientos encontrados, además de colaborar con otros individuos en su proceso de aprendizaje. Este tipo de comunicación facilita la formación de redes sociales, que genera posibilidades infinitas de interacción entre los mismos estudiantes, entre estudiantes-docentes y expertos. 

Es así como el teléfono inteligente o smartphone no viene a sustituir a ningún medio de aprendizaje, sino a ofrecer un recurso adicional de apoyo a los procesos de enseñanza y de aprendizaje en medio de la pandemia. Con esta tecnología móvil docentes y estudiantes hemos podido mantener la comunicación; obtener el acceso a la información a través de internet;  la organización mediante el manejo de contactos, uso de agenda y recordatorios; compartir audios, videos, video-llamadas, infografías, fotografías, visualizar documentos, consultar con compañeros vía voz o mensajes cortos (SMS), establecer conferencias, foro-chat, entre otras.

Pese a esta utilidad del dispositivo móvil en referencia, también hay que comentar que no todos los docentes ni estudiantes lo poseen, situación que ha creado desventaja y exclusión, debido a que no han podido recibir y compartir informaciones valiosas para su formación. Aunado a esta limitante, también está el hecho de que, los que contamos con  el teléfono, nos enfrentamos a elevados costos por tiempo de conexión y consumo de datos móviles; además, algunas especificaciones técnicas de los teléfonos celulares suman a la problemática, en especial la dificultad para escribir, la corta duración de la batería y los problemas de conectividad, que son limitantes significativas.

Ante este escenario, el llamado es a los entes gubernamentales y a las empresas de telefonía celular, para que en alianza estratégica se puedan encontrar las mejores vías para que los dispositivos de telefonía celular puedan funcionar como una herramienta de apoyo a la innovación pedagógica; para lo cual deben ampliarse los planes de megas, abaratar costos, promover estrategias para que más personas puedan adquirir los dispositivos; especialmente, deberían crearse directrices y políticas educativas que permitan dotar a los docentes y estudiantes de estos importantes equipos de tecnologías y comunicación con miras al desarrollo de situaciones didácticas y de aprendizaje susceptibles de apoyarse en las TIC para garantizar la formación de los ciudadanos en espacios virtuales apropiados, desde la distancia.

Referencias
Brown, T. (2005). Más allá del constructivismo: explorando paradigmas de aprendizaje futuros. Educación hoy, N° 2. Disponible en: http://pedagogy.ir/images/pdf/beyond_constructivism.pdf

viernes, 12 de junio de 2020

Buenos días nos dé Dios…


     Nuestro idioma posee una amplia gama de signos que permite la comunicación entre las personas. Dichos signos comunicativos han ido evolucionando, trayendo como resultado las múltiples expresiones que diariamente usamos. Y, precisamente, en ese uso cotidiano del lenguaje, nos encontramos con los saludos que pronunciamos al levantarnos “buenos días” o al despedirnos por las noches “buenas noches”. Estas expresiones presentan una curiosa forma de manifestarse en nuestro castellano, debido a que se  presentan en plural, en la mayoría de los casos.
     No obstante, hay personas que prefieren el singular aunado al hecho de que en otros idiomas también es usado el singular. Los ingleses, por ejemplo, dicen "good morning" (buena mañana); los italianos "buongiorno" (buen día); los portugueses y brasileños "bom dia" (buen día) y los franceses "bonjour" (buen día). Todos usando el singular. Incluso en alemán, que es un idioma de origen germánico, se dice "guten morgen" (buen día), también en singular. Por su parte, en España es más corriente el uso en plural, y el uso en singular prolifera en determinadas zonas del español de América, en concreto en países como Argentina o Chile. En el Corpus de Referencia del Español Actual (CREA), de la Real Academia Española, figuran asimismo ejemplos de la expresión  “buen día” usada por autores pertenecientes a países como México, Colombia o Venezuela.
     Ante tal particularidad, los lingüistas han tratado de explicar este fenómeno, por lo que existen varias hipótesis que tratan de dilucidar las razones de nuestro saludo en plural. La Real Academia de la Lengua respalda la idea de que el saludo en plural proviene de la frase usada en la antigüedad “buenos días os dé Dios”, la cual se usaba en términos generales y no era específica para un día en concreto, y con el devenir del tiempo se fue acortando hasta “buenos días”; situación similar habría sucedido con “buenas tardes os dé Dios” o “buenas noches os dé Dios”.
     Otro de los supuestos apunta al plural expresivo; en este sentido, sostienen que los saludos en español se hacen en plural porque no denota cantidad sino intensidad. Algunos ejemplos habituales serían dar las gracias o condolencias, mandar saludos y desear felicidades.
     Una tercera hipótesis está dirigida a afirmar que los saludos en plural surgieron por  analogía con las horas canónicas, que era la forma de división del tiempo en la Edad Media y que marcaba el horario de las oraciones a los religiosos. Las horas canónicas eran los maitines, laudes o vísperas, y se indicaban en plural. Esta forma podría haber sido las que originaron el saludo en plural que realizamos en la actualidad. Esta división del tiempo seguía el ritmo de los rezos religiosos de los monasterios. Así se hablaba de "maitines" (antes del amanecer), de "laudes" (al amanecer) y "vísperas" (tras la puesta del sol), todas expresiones en plural.
     Aunque ninguna de estas presunciones está confirmada, el lingüista y miembro de la Real Academia de la Lengua Española Salvador Gutiérrez Ordóñez opina que  “lo más posible es que en sus orígenes no se dieran simplemente los ‘buenos días‘, sino que fuera una frase más larga que luego se fue acortando. Es muy posible que se dijera ‘buenos días os dé Dios‘, una expresión con la que no sólo se hacía referencia al día en curso sino también a los días sucesivos, a la existencia completa de la persona a la que iba dirigida". Este estudioso está totalmente de acuerdo con la teoría que afirma que la frase se acortó hasta lograr nuestro actual saludo en plural, pues agrega "la teoría que me parece más plausible es que originalmente fuera una frase más larga que luego se acortó y quedó en ¢buenos días¢".
     Por su parte, buenas noches es la expresión coloquial empleada como saludo y como despedida durante la noche o al irse a acostar, y buenas tardes se utiliza como salutación durante la tarde.  En cuanto a buena tarde y buena noche, el uso es escaso en singular y, cuando se emplea a comienzo de una frase,  normalmente no se hace como salutación, sino como expresión de un deseo de que la persona tenga una "buena tarde" o  una "buena noche". De hecho, el Diccionario académico recoge una acepción de buena noche como 'la que se  ha pasado con diversión, con quietud, descanso y sosiego'.
     Ahora bien, ¿cuál es la forma correcta del saludo? Aunque la mayoría de los hispanohablantes utilizan para saludarse por la mañana la forma plural, desearse un ‘buen día‘, en singular, también es perfectamente correcto. La RAE considera que es correcto usar la expresión tanto en plural o singular, pero que "Buenos días" es más tradicional y la que prevalece en la sociedad. Sin embargo, por contagio principalmente del inglés, cada vez se oye más "buen día". Ante esta explicación, resulta plausible apegarse al saludo en plural, puesto que, además de desear numerosos buenos días, también nos identificamos con ese toque especial que nos distingue de otros idiomas. Así que, a desear abundantes buenos días, buenas tardes y buenas noches para todos.

domingo, 31 de mayo de 2020

Don Tulio Febres Cordero: un ingenioso hidalgo merideño

   Tulio Antonio Febres-Cordero Troconis nace en Mérida el 31 de mayo de 1860 y muere el 3 de junio de 1938 en su ciudad natal.  Fue un notable humanista venezolano, escritor, historiador, profesor universitario, periodista y cronista no sólo de la ciudad de Mérida, sino de todo el estado. Dedicó numerosos estudios a la cultura de Los Andes venezolanos para comprender su historia cultural, costumbres, tradiciones, creencias, modos de vida. En un lenguaje sencillo, describió las tradiciones, mitos y leyendas para comprender la idiosincrasia de los pueblos y en especial de la región andina. A él debemos la hermosa Leyenda de las Cinco Águilas Blancas. 
   Su obra es polifacética, dedicada a historia, literatura, antropología, derecho, educación, entre otras ramas del saber; y se expresa tanto en crónica, ensayo, cuento, novela y poesía. Su gran proyecto fue el periódico merideño “El Lápiz” que dirigió desde su creación en 1885 hasta 1896, el cual le permitió perfeccionar la foliografía e inventar la imagotipia; técnica  por la que le otorgan el premio Pluma de Oro en la Exposición Ibero-Americana de Sevilla, en 1926. Además de “El Lápiz”, dirigió los periódicos regionales “El interés de las familias”, “El Comercio”, “El Registro de Anuncios”, “El Centavo” y “El Billete”.  También, fue un notable miembro de la Academia Nacional de la Historia y de la Academia Venezolana de la Lengua, así como de la Academia Latina de las Ciencias, las Artes y las Bellas Letras con sede en París. 
   Otra de sus grandes creaciones titulada “Don Quijote en América o sea la cuarta salida del ingenioso hidalgo de la Mancha” (Mérida, 1905), representa a un caballero que intenta restaurar el mundo, sacarlo de sus vicios y resabios; por lo que emprende así una nueva aventura, una cuarta salida a tierras americanas. Así como Cervantes realiza una inflexión sobre su obra misma y con ella agudiza su conciencia sobre la escritura, Don Quijote en América coloca su punto de reflexión en la realidad americana, es decir, en las consideradas por algunos ensayos positivistas como repúblicas enfermas, que se quejan de sus males y atrasos, de las llamadas enfermedades republicanas. Esta obra recibió muchas críticas, pero, por otro lado,  grandes elogios. Don Tulio tuvo claro su objetivo cuando señaló que el héroe de los molinos de viento está vivo y muy vivo, apostado en cada encrucijada del mundo; y no se le ofende ni profana sino más bien se le rinde homenaje. Un homenaje que rinde Don Tulio a Cervantes con ocasión de los trescientos años de la aparición de su majestuosa obra Don Quijote de la Mancha.
   Fueron muchos los críticos que consideraban que el mensaje de Febres Cordero era un mensaje de bien, virtuoso, intencionalmente constructivo ante aquella hora menguada del carácter nacional y americano. La obra se oponía críticamente a la exaltación de lo exótico, a la adulteración de nuestras costumbres en todos sus órdenes y manifestaciones. Y con ella,  Febres Cordero honra a ese otro Quijote de la madre patria con un acto sincero de voluntad americana.
   Don Quijote en América es una obra plena de sentido patriótico, expresión de tantos males que nos afligían, razón por la cual llega el Ingenioso Hidalgo a levantar un programa de justicia y de humanidad, viene a “desfacer entuertos”, es decir, regresar a un mundo en el que reine la justicia, tanto para unos como para otros.  Ese ingenioso caballero, héroe de la justicia, que viene a “desfacer entuertos”, es el que cada día tiene, en algún rincón de este mundo, a una Dulcinea esperándolo y un Sancho que anhela acompañarlo… Porque, al final de la historia, el Caballero de la triste figura sigue montando a Rocinante y lo hará durante muchos siglos. Con el pobre jumento irá siempre el quijotismo, es decir, el altruismo, la generosidad, la filantropía, el amor y la utopía, y con todos ellos, los sueños y las ilusiones, el desinterés y la ingenuidad, retratando la contradictoria y fascinante realidad humana que aguarda esperanzada que reine la justicia.

viernes, 10 de abril de 2020

Comunicación didáctica en tiempos del Covid-19

      Los docentes podemos ser considerados como estilistas de almas, hacedores de sueños, exploradores de horizontes, interrogadores de realidades… Es así, como hoy nos corresponde interrogarnos acerca de esta realidad que nos ha correspondido vivir; una realidad que nos llegó de forma sorprendente y arrasadora: el Covid 19, el cual nos ha llevado a distanciarnos de ese tesoro tan preciado que guía nuestra esencia profesional. Ante esto, nos activamos, porque no solamente se trata de las emociones y querencias de nuestros estudiantes, también están inmersas nuestras familias, amigos, nuestro ser..., el mundo entero. 
       En tal sentido, tenemos que hacer uso de la varita mágica que Dios nos ha dado y que nos convierte en los alumbradores de esperanzas, de potencialidades y habilidades. Ese querer hacer o vocación de servicio, nos lleva a replantear, sobre la marcha, nuestra manera de “continuar haciendo lo que hacíamos”, a enfrentarnos con nosotros mismos y a mirar las posibilidades que están a nuestro alcance y al alcance de los estudiantes para restablecer la comunicación didáctica que está siendo interferida por esta pandemia mundial, con la mirada puesta en los caminos y horizontes del mañana. 
  Desde mi particularidad, debo confesar que no ha sido fácil. Se han alterado aspectos cotidianos, de movilidad, económicos y emocionales significativos;  sin embargo, he podido  sobreponerme a lo individual y mover la varita mágica, sacudiéndola y activando la energía positiva para seguir adelante, tomando; eso sí, las previsiones de salud que han recomendado los especialistas. Es por ello, que la comunicación ha venido a tomar parte importante en este accionar diario, una comunicación a distancia que se ha convertido en amparo, y al mismo tiempo, proyección de cada persona, construcción y articulación de alternativas entre las brechas comunicacionales que  ha desenfrenado esta pandemia.
Asumimos el reto, empujados por la realidad, de garantizar la prosecución de estudios de nuestros estudiantes unergistas a través de mecanismos multimediáticos y digitales.  Tuvimos que asumir escenarios digitales, a distancia, que nos posibilitaran el vínculo con los estudiantes para proseguir con el periodo académico. Los chats, vídeos, mensajes de textos, llamadas telefónicas, correos electrónicos, se han convertido en nuestros aliados para la comunicación didáctica, reconociendo que el componente tecnológico y la conectividad nos la han puesto más rudo. Pese a esto, la mayoría de los estudiantes han comprendido el desafío y se han conectado con la misma meta: garantizar los procesos de enseñanza y de aprendizaje en un escenario distinto, respetando las recomendaciones y resguardando nuestras vidas.
Es indiscutible que, ante la emergencia de salud y el decreto de aislamiento social, recurrimos a los medios tecnológicos y digitales para garantizar el derecho a la educación. Como mencioné, la mayoría de los estudiantes y también los docentes cuentan con computadoras, teléfonos, conexión a internet; pero ¿y los que no tienen conectividad o viven en el campo? Este es otro desafío que se nos presenta no solo a los docentes, sino también a los entes gubernamentales y autoridades académicas, a quienes les compete la generación de políticas y acciones educativas que hagan viable la puesta en práctica de la comunicación didáctica en los nuevos escenarios a distancia. De no hacerlo, estaríamos siendo cómplices de profundizar las desigualdades sociales, pero de no hacer nada, mucho más aún. Por ello, desde nuestras posibilidades como docentes hemos abierto el compás para dar oportunidades a los estudiantes y activar los correos educativos, no solo digitales y tecnológicos, sino también de “entrega puerta a puerta”; alternativa que se ha dificultado por el tema de combustible.
Pero bien, seguimos con pie firme. ¡Confiando en Dios para que esto pase pronto! Una situación que nos ha trastocado las bases, que nos ha llevado a tocar fondo y resurgir para seguir adelante. Los días pasan y los procesos educativos van a seguir. Cada uno de nosotros debemos revisarnos y poner en práctica los elementos que tengamos a la mano para garantizar la continuidad de nuestros compromisos; dentro de nuestras posibilidades, con fe, entusiasmo y con la visión puesta en el futuro, en el día después de la pandemia. Unámonos con alternativas, ideas viables y actitud propositiva para salir airosos de esta experiencia, que nos dejará un gran aprendizaje: el respeto y valoración a la vida. 

jueves, 12 de marzo de 2020

Silva Criolla: una esencia de llaneridad


          Silva Criolla, poema escrito por Francisco Lazo Martí, ha sido considerado por diversos escritores como la obra representativa de la poesía nativista en Venezuela. Fue publicada por primera vez en el año 1901, en la Revista El Cojo Ilustrado, con un número de 290 versos, en las siguientes publicaciones aumentó el número de versos alcanzado a 368 (versión más difundida de la Silva Criolla a un bardo amigo, conocida también como Manuscrito de Nutrias, en 1907).  Es una obra literaria que fusiona diversas perspectivas del poeta respecto a su vida, a sus dudas, añoranzas y el apego a su terruño.
            Esta composición poética está estructurada en once cantos con versos heptasílabos y endecasílabos, que reflejan la bella de la naturaleza, del paisaje llanero y se constituye en una hermosa y profunda invitación “a un bardo amigo” para que regrese, para que vuelva a su tierra natal, porque ya es tiempo de evitar esas horas de festines, de amores insanos que se convertirán en dardos que harán sangrar su corazón.
            El llamado es a abandonar esas cumbres, esas montañas sombrías que al levantar el día ocultan el alba naciente. Es tiempo de que vuelva, es tiempo de que torne al raso de la tierra llana, para que libre su juventud de vicios, penumbra y carnación turgente. Invita a su amigo a regresar al majestuoso llano, donde sopla del Este el viento alegre, ondea el sedoso follaje de las plantas y el sol orea la charca pantanosa. Paraíso campestre que inspira con el mugido de la vaca madrinera, el bramar del toro padrote, la copla del llanero, el vuelo del gavilán primito, del gavilán colorao, el nervioso comportamiento del cardenalito, el salto elegante y preciso del venado, el concierto de las chicharras, el oscuro rumor de las colmenas, el vuelo del turpial, del carpintero, de las garzas cenicientas o blancas y el encantador  canto de la paraulata. La descripción del paisaje llanero sigue configurando esa invitación con imágenes sensoriales que permiten detallar los encantos del campo de los cuales su amigo se ha alejado, por ello, continua el autor pidiendo a su amigo que regrese y pueda vivir el encanto del plumaje rosa de muchas garzas, la guirnalda de las flores parásitas, los nidos que cuelgan de los árboles, las bellas campanillas abiertas, el exquisito gajo de los uveros, la sabrosa almendra del merey y continúa diciendo:
En el aire, en la luz, en cuanto vive,
amor su aliento exhala;
y su aliento febril –tras el espeso
ramaje que es baluarte y es escala—
estremece del pájaro travieso
el mullido pulmón bajo del ala.
Torrente luminoso
de cumbre cenital se precipita;
del árbol generoso
la regalada sombra al sueño invita;
por el margen del caño
espárcese el rebaño;
tiemblan reverberando los confines,
y borracha de sol y miel llanera,
celeste mariposa mensajera
batiendo va sus cuatro banderines.

            En la Silva Criolla, Lazo Martí exhorta a su amigo poeta, que se ha ido para la ciudad, para que regrese a los llanos, mostrándole de forma magistralmente hermosa, las razones de su pedido: la nostalgia  que sufre  quien se ausenta de su tierra natal, el peligro de verse humillado ante los poderosos, la ciudad corruptora, el decoro personal vendido al mejor postor. En esta solicitud, el poeta muestra una concepción ética de la vida, la exaltación del campo, el repudio a la ciudad como espacio maligno y la contemplación del paisaje, el agro y la flora. Temas inspiradores que marcaron durante años la narrativa y la poesía venezolana, donde se contrasta la ciudad corrupta y la generosidad del campo. La Silva Criolla impulsó, sin duda, ese sentimiento convertido en movimiento literario, que contribuyó, entre finales del siglo XIX y comienzos del XX, a hacer del llano un espacio simbólico en Venezuela.

miércoles, 19 de febrero de 2020

En Venezuela hablamos castellano

La palabra castellano proviene de Castilla una región ubicada en España. También se denomina castellano a una lengua romance derivada del latín vulgar (castellum o castellanus), que quiere decir “castillo o fuerte”. Como consecuencia de la invasión que hizo el Imperio Romano a la Península Ibérica en el año 197 a.C., el latín vulgar se difundió en todo ese territorio. No obstante, al integrase el castellano como nueva lengua desplazó al latín y se propagó por toda España desde finales del siglo III a.C., imponiéndose a las lenguas ibéricas. Es importante mencionar que el castellano surgió en el norte de España, entre la Cordillera Cantábrica y la Rioja; cuando Castilla se unificó como reino y se extendió hacia al Sur.

Al respecto, cuentan los historiadores que había una pequeña comarca del norte de la península Ibérica, un estrecho cajón que denominaron “el desierto del Duero”,  donde se habían librado cruentas batallas, que con los años, en el siglo X, se fue llenando de fortificaciones, de recios y numerosos castillos de piedra, que motivó el nombre de la región: Castilla. Para el siglo XV, el castellano ya era la lengua de toda la Península. A finales de este siglo y en el siguiente, cuando llega a América, se convierte en lengua común de un gran territorio, que estaba fragmentado en 123 familias de lenguas, de las cuales se nutre y se fortifica. De ese mismo siglo existen también razones por las que a este idioma, en el continente americano, se le conoce como castellano. Una de estas razones consiste en que “los primeros conquistadores y colonizadores hablaban de Castilla y del Rey de Castilla, más que de España, según se ve en las crónicas de Indias”, y, por consiguiente, al idioma debieron llamarlo castellano. 

En el Diccionario Prehispánico de dudas (RAE, 2005), se lee esta aclaratoria: para designar la lengua común de España y de muchas naciones de América, y que también se habla como propia en otras partes del mundo, son válidos los términos castellano y español. Para la Real Academia Española, el término español resulta más recomendable por carecer de ambigüedad, ya que se refiere de modo unívoco a la lengua que hablan hoy cerca de cuatrocientos millones de persona; además de ser la denominación que se utiliza a nivel internacional (Spanish, espagnol, Spanisch, spagnolo, etc.). Para ellos, es sinónimo de español; sin embargo, les resulta preferible reservar el término castellano para referirse al dialecto románico nacido en el Reino de Castilla durante la Edad Media, o al dialecto del español que se habla actualmente en esta región. En España, se usa asimismo el nombre castellano cuando se alude a la lengua común del Estado en relación con las otras lenguas cooficiales en sus respectivos territorios autónomos, como el catalán, el gallego o el vasco.

Desde el  punto de vista histórico, puede obtenerse una panorámica despejada con respecto a la denominación del idioma en nuestro país. En agosto de 1498, los españoles fueron los primeros en llegar al territorio venezolano (no fueron los ingleses, ni los franceses, ni los portugueses),  con el propósito de colonizar esas tierras y tributarlo al Reino de Castilla; tan pronto alcanzaron su objetivo, impusieron también a los nativos su lengua, que era la castellana. 

En cuanto a la política oficial del país, es interesante sondear lo relativo al idioma en el recorrido histórico-legal, puesto que el Código Civil sancionado por el Congreso de los Estados Unidos de Venezuela, en el año 1867, en su Art. 17, establecía que el idioma legal era el español. Pero, en el siglo siguiente, después de 1916, el Código Civil del Congreso de los Estados Unidos de Venezuela, en su Art. 13, instituye como idioma legal al castellano. La redacción y numeración se mantiene inalterable hasta la fecha (Código Civil de Venezuela del año 1942, reformado en 1982).

Ahora bien, en el texto constitucional del año 1961, en su Art. 6, también puede leerse que el idioma oficial es el castellano. Y en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, de 1999, en el Art. 9, se mantiene como idioma oficial al castellano; añadiendo el uso de los idiomas indígenas como oficial para los pueblos indígenas, quienes deben ser respetados en todo el territorio patrio, por formar parte del patrimonio cultural de la Nación y de la humanidad.

Como puede observarse, el castellano es, sin lugar a dudas, el idioma oficial en Venezuela. Aunado al aspecto de oficialidad, también puede referirse que entre los libros más editados, traducidos y conocidos del mundo, después de la Biblia, está la obra cumbre de Miguel de Cervantes: el ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha, escrita en castellano. Un idioma amplio, que permite un sinnúmero de combinaciones, para expresar las creencias, ideas y sentimientos más diversos de quienes lo practican. Todo esto recuerda la importancia del fomento de habilidades que permitan el dominio, corrección y buen uso de nuestro idioma castellano, tanto en la expresión escrita como hablada. 

viernes, 17 de enero de 2020

Maestro…

Ser maestro tiene muchos significados. Para algunos son signos de sabiduría, de gratitud; para otros, representan una marca imborrable. Podemos decir que es el que motiva y activa los aprendizajes en sus estudiantes. Pero no solo es la persona que tiene la formidable misión de educar a las futuras generaciones, a los futuros profesionales del país; sino que además, en su labor como maestro, debe entregar reportes, organizar  festivales, eventos deportivos y culturales, ser promotor de la lectura, de la salud, de los valores, entre muchas otras responsabilidades.

En este sentido, son diversos los ámbitos en los que debe incursionar el maestro, cargado de optimismo, creatividad e innovación, que le permita desplegar sus potencialidades tanto como persona como profesional docente. Siendo así, el maestro en la esfera personal debe cuidar su imagen como agente fundamental dentro de la sociedad, ser una persona responsable, respetuosa e ilustrada, es decir, actuar con decoro, equilibrio emocional, empatía y  demostrar su formación idónea, ética y de calidad. Por lo cual, su formación debe ser continua, dando preeminencia a la innovación, al pensamiento divergente, creativo y crítico. Debe poner en práctica la investigación y convertirse en un agente de cambio y de interacción social constante. 

En el aspecto profesional, debe cumplir diferentes funciones que le permitan aplicar acciones como planificar, evaluar, mediar, para que los estudiantes obtengan un aprendizaje para toda la vida. El docente va a ser la guía para que sus educandos sean capaces de desarrollar un pensamiento crítico y una formación integral. Para tales fines, debe enfocar su praxis a la investigación acción, tomando en cuenta que un error es una oportunidad para crecer. De igual modo, debe ser organizado para mostrarle a los estudiantes las diversas opciones que pueden adoptar, evaluando los posibles escenarios y mostrando las diversas posturas del pensamiento. El maestro debe ser un motivador persistente, sin mostrarse agresivo, dándole la oportunidad a todos de participar de forma activa y constructiva. Es necesario que el maestro pueda crear en el aula una atmósfera que invite a todos a investigar, a aprender, a construir su aprendizaje, y no sólo a seguir lo que él hace o dice. El rol del maestro no es sólo proporcionar información y controlar la disciplina, sino ser un mediador entre el estudiante, el aprendizaje y el contexto.

Como puede observarse, es muy amplia la gama de acción del maestro, por eso Albert Einstein reconocía que “El arte supremo del maestro consiste en despertar el goce de la expresión creativa y del conocimiento”. Verdaderamente, el maestro es un artista que diariamente te invita a participar en un escenario con presencia viva y activa, que demarcará el guion de tu corazón y de tu diario vivir con su actuación. El maestro es un ejemplo a seguir, y como tal, debe cumplir con los roles y funciones que ligeramente he mencionado. Para culminar, comparto este hermoso poema:
Maestro…
Enseñarás a volar, pero no volarán tu vuelo.
Enseñarás a soñar, pero no soñarán tu sueño.
Enseñarás a vivir, pero no vivirán tu vida.
Sin embargo…
En cada vuelo, en cada vida, en cada sueño,
perdurará siempre la huella del camino enseñado.
Madre Teresa de Calcuta
¡Feliz día Maestro!