miércoles, 22 de junio de 2011

LA CREATIVIDAD DEL ORADOR

   En muchas oportunidades el orador, en sus pláticas  utiliza términos ambiguos, los cuales han incitado a que muchos oyentes, imiten o utilicen el mismo dialecto, creyendo que porque lo dice un orador está bien dicho. Ocasionando una influencia negativa o debilidad que repercute en la conservación y actualización de términos  cónsonos a nuestro “idioma”. Esta forma  de oratoria, crea dependencia de patrones de pensamiento y de formas de comprender la cosmovisión un tanto extraños al pensamiento original de estas culturas emparentadas  a la ideología occidental, podría decirse entonces que estas debilidades  afectan notablemente la tarea del orador cuando se dirige a una colectividad desarrollando una labor banal. Cuando por el contrario debe ser una persona ejemplar y distintiva, consolidando su identidad y su cultura al darle uso a un léxico apropiado desde el inicio hasta el final de su emisión, optimizando su creatividad.
   Tomando en cuenta, que la creatividad es una función del pensamiento, el cual es un proceso cognitivo de tipo representativo que no depende de las coordenadas espacio-temporales, ésta suele hacer referencia a un pensamiento innovador original. Dentro del pensamiento creativo se puede encontrar varios tipos, que son: la expresividad (descarga afectiva), la productividad ( ideas que solucionan problemas prácticos), la invención (elaboración de un producto con finalidad determinada), innovación (ideas nuevas no caracterizadas por su finalidad práctica), y pensamiento emergente( soluciones de asuntos vitales de forma individualizada fuera de cánones habituales).
   Según Castillo (2003), significa, “la capacidad de engendrar algo nuevo, ya sea un producto, una técnica, un modo de enfocar la realidad...
Implica  salirse de los cauces trillados, a romper las convenciones, las ideas estereotipadas, los modos generales de pensar y actuar. De tal modo, que la creatividad puede ser desarrollada a través de la oratoria rompiendo con los esquemas tradicionales. La oratoria debe ser un componente atractivo e instrumento útil para la vida, al mismo tiempo que se avanza en calidad y se obtienen mejores logros en el proceso comunicacional.
   Las exigencias del mundo actual requiere de oradores reflexivos, autónomos y libres, con una mentalidad abierta, capaces de asumir la dinámica de su propio pensamiento; además de ser autodidactas permitiendo así, potenciar la capacidad creadora e innovadora como parte de su formación integral.  Es de hacer notar, que la creatividad está ligada en gran medida a la autoestima del orador, debido a que fluye en un ambiente de confianza, libertad, libre de críticas y cuestionamiento. Si  él confía en su capacidad se  proporcionará su propio ambiente y los medios necesarios para desarrollar sus propias habilidades, se sentirá seguro y por ende podrá responder activamente y de manera innovadora ante los nuevos desafíos.
   Desde esta perspectiva, es evidente, que el proceso de formación permanente del orador se enmarcada dentro de la complejidad del pensamiento con un enfoque investigativo, lleva implícito el desarrollo personal en la medida en que se produzca la identidad original y el proceso de socialización. En otras palabras, se sitúa individualmente de una manera activa y crítica en y ante el contexto social y cultural del cual formamos  parte. La oratoria, es en esencia un encuentro entre sujetos para lograr un proceso de crecimiento personal Dicho de otro modo, sitúa los conocimientos que posee el sujeto y los elementos más recónditos en su ser integral, los cuales se conjugan de forma original ante los estímulos proporcionados por el mundo exterior. Por lo tanto queda en manos del orador, la misión de persuadir a los presentes.
Doctorante: Stangi Gómez

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